El técnico del Real Valladolid lamenta el tanto postrero del Cádiz y reconoce el fastidio del vestuario por no poder ganar
El Real Valladolid no pudo conseguir ante el Cádiz un triunfo que mereció, por mucho que Álvaro Cervera dijera luego que no. La declaración del técnico visitante choca por cómo fue el partido y porque el análisis de Sergio González fue más exacto: «El empate no puede empañar el gran partido que hicimos. Nos llevamos un empate que no queríamos y que quizá no merecíamos, porque estuvimos más cerca de marcar el segundo que de encajar».
«Si entras al vestuario, la cara de los futbolistas es de fastidio. Hemos hecho un partido muy completo, con veinte o veinticinco minutos en la primera parte a un nivel muy alto, maniatando muy bien al Cádiz. La segunda parte estuvo más igualada, pero hemos tenido un par de ocasiones interesantes, como la jugada de gol», arguyó. El tanto de Toni Martínez mejoró las cosas y «a partir de entonces» los blanquivioletas fueron «mejores» y pudieron hacer el segundo, sobre todo por medio de la intentona marrada de Toni.
Pero, pese a que no había entrenado en la categoría, el catalán la conoce bien y sabe que «en Segunda cuando no matas de penaliza», como sucedió ante un Cádiz «serio, tosco, duro y peligroso a balón parado», como había advertido en la previa.
«El fútbol nos ha vuelto a castigar de manera importante. En el debut lo hizo con el gol tempranero y esta vez con este. Es un castigo duro para lo que hemos hecho», incidió Sergio.
El gol, en una de esas acciones a pelota parada, pudo provenir de un error defensivo. «Seguro», afirmó González, de hecho, ya que era conocida la potencia gaditana en estas jugadas y el remate se da sin que Servando necesitara «saltar para rematar». No obstante, le parece «ventajista» pensar que al equipo le faltó poso cuando hasta entonces había sido capaz de neutralizar lo que Cervera trató de potenciar en ausencia de Álvaro: los envíos directos sobre jugadores con centímetros.
Aunque «la hostia es gorda», dijo de manera expresiva y contundente el entrenador, «hay que levantarse» y pensar que «el equipo lo ha dado todo y ha dado la sensación de que quiere competir», llegando a hilvanar «buenas combinaciones como las del gol». La premisa que reciben los futbolistas es que tienen «que probarlo e intentarlo» y están «en ese proceso de coger la dinámica» de las intenciones de juego que plantea. «Quiero que lo intenten, que se liberen y disfruten. A veces aciertan y otras veces no, pero este es el camino que queremos», concluyó el técnico del Real Valladolid.