Análisis del próximo rival del Real Valladolid

No queda otra opción: agachar la cabeza y tirar para adelante. Al Real Valladolid, visto el percal en la zona alta de la clasificación, solo le vale seguir puntuando de tres en tres y esperar que el resto aflojen el ritmo. A falta de once jornadas, once finales para que el telón se eche abajo, las sensaciones no terminan de ser buenas y no sirve solo con los triunfos en casa. La cuestión es que el que estará enfrente esta semana no está dispuesto a ponerlo fácil.
Y no lo está porque se encuentra precisamente en la misma pugna que los blanquivioletas, que no es otra que la del play-off. El Lugo de Francisco Rodríguez vive en un contexto muy similar al del Pucela, detalle que multiplica aún más la importancia del encuentro de este sábado. Un triunfo supondría no solo deshacerse de un rival directo, sino un golpe de moral para el resto de la temporada.
Empates y similares
Cualquiera diría la situación actual de ambos equipos en la tabla teniendo en cuenta la historia que llevan a la espaldas, en la que claramente sale ganando el Real Valladolid. De hecho mientras que los blanquivioletas han pasado sus últimas temporadas a caballo entre Primera y Segunda División, los gallegos no han militado todavía nunca en la elite del fútbol español. Desde 2012 que se consiguió el ascenso a la categoría de plata ha habido amagos, pero nunca posibilidades reales de llegar a Primera.
Así las cosas, y tras el noveno puesto de la temporada pasada, ahora los de Francisco ocupan el décimo primer puesto de la clasificación merced de 47 puntos… exactamente los mismos que el Pucela. Tan solo la mayor cantidad de goles transformados permite a los segundos estar dos puestos por encima. Ante semejante situación, el choque de este fin de semana toma una especial relevancia de cara a la recta final de Liga.
Y hay que decir que, a priori, ya se encuentran los de Luis César con una mala estadística reciente antes de comenzar el partido. Tan sencilla como que los gallegos se están mostrando solventes en casa y torpes lejos, o lo que es lo mismo. De los últimos cuatro partidos, han alternado dos victorias como local y dos derrotas como visitante, con el triunfo hace tan solo unos días frente al Alcorcón (2-1) como referencia más reciente.
El objetivo de esta temporada por tierras gallegas estaba claro al comenzar el curso, el que viene a marcarse todos los veranos desde aquel mencionado 2012. Primero permanencia, asegurar la categoría, y después ya veremos. Una premisa fundamental de un club humilde que es consciente de su realidad y contexto y que, gracias a ello, está consiguiendo dar más alegrías que penas a sus aficionados en el Anxo Carro estos últimos años. Todavía es pronto para hablar de play-off, pero la posibilidad, sin duda, ilusiona.
Fe y lucha
Y si algo está demostrando el Lugo esta temporada es esa garra, ganas y empuje necesarios para suplir la falta de calidad que muchas veces da el dinero. Un carácter que ha conseguido imprimir Francisco desde este verano y que le lleva a situaciones, sin ir más lejos, como la del pasado fin de semana contra el Alcorcón, con una remontada de mérito con Pita y Mario Barco como protagonistas entrando desde el banquillo.
Porque calidad sobra en el vestuario. Las pequeñas carencias que pudieron quedar pendientes en verano se han cubierto con incorporaciones como la de Chuli, procedente del Getafe, quien ya estrenó su cuenta goleadora hace unas semanas ante el Barcelona B. Y otros como Cristian, Iriome, Azeez, Fede Vico… son jugadores que ya se han hecho un nombre con juventud y veteranía a partes iguales.
El Pucela también tendrá que vérselas con los buenos números del Lugo en casa. Nueve victorias, dos empates y cuatro derrotas, veintinueve puntos de cuarenta y cinco, no son para tirar cohetes pero hacen al conjunto rojiblanco a tener en cuenta a la hora de ir al Anxo Carro. Además el 4-2-3-1 de Francisco, con los mencionados Iriome y Fede Vico percutiendo de manera constante por bandas, es también otro argumento poderoso y que no pondrá las cosas sencillas este sábado.
Curiosidad del rival de esta jornada: ¿Por qué el curioso nombre de Anxo Carro del estadio lucense? El Ángel Carro, en castellano, recibe su nombre por el encargado de ordenar su construcción, quien además fue una de las personas más importantes en la propulsión del deporte en Lugo.