El lateral madrileño ha sido señalado por la grada de igual forma que Nacho lo ha sido por Luis César
Ángel de amor, el que le está faltando al tres blanquivioleta. Vaya por delante que yo tampoco entiendo el ostracismo de Nacho, que me parece mejor jugador que el ya citado Ángel, pero cada vez entiendo menos la chanza que se está haciendo de este último.
Este domingo frente al Lugo se escucharon pitos dirigidos hacia el lateral izquierdo. Su desempeño en la primera parte fue bastante pobre, sin duda, pero de ahí a dirigirle pitos hay un buen trecho. En mi opinión, estos correspondían a dos circunstancias ajenas al propio Ángel: una era el marcador en ese momento, que por cómo se había producido era aún más frustrante si cabe.
La segunda es bastante más preocupante y, probablemente, acompañe el debate en las próximas fechas, si no lo hace ya. La explicación es sencilla: Ángel es la diana de la ira del aficionado blanquivioleta, que no entiende por qué no juega Nacho en vez del ‘canterano’. Es decir, es el blanco del enfado con Luis César, al que es más difícil pitar personalmente.
El problema no es «Ángel sí», el problema es «Nacho no». Y a partir de ahí, ni las explicaciones de Luis César convencen (conmigo tampoco lo hacen), ni las actuaciones de Ángel zanjan el debate. Aunque, ciertamente, esto último es opinable y quizás debamos ceñirnos a su rendimiento para valorarlo.
Defensivamente, sus actuaciones no son elogiables, ciertamente. Sin embargo, para Luis César las de Nacho son más punibles, por lo que poco más podemos discutir si para el entrenador gallego no hay nada que discutir. Eso sí, los errores de Ángel son, al menos, más escandalosos.
En ataque, tenemos datos más contundentes. Para empezar, los dos son laterales netamente ofensivos, y de ese juego se ha ido beneficiando el Real Valladolid de la 2017/18 en ambas lateralidades. Nacho vuela en el ala y Ángel, más potente, se lleva todo por delante.
Nacho acumula una asistencia en los 540 minutos que ha disputado hasta el momento, mientras que Ángel en 535 no ha regalado ningún gol a un compañero. Siendo sinceros, esto también es opinable. Ángel, en los partidos que lleva siendo titular en detrimento de Nacho, ha forzado ya tres penaltis y no es esto cosa baladí ni casualidad.
Las llegadas de Ángel al área contraria son constantes en cada partido, y más aún en los segundos 45 minutos. Frente al Lugo, puedo revertir su mal desempeño en la primera parte con una actuación después del entretiempo que le llevo a ser uno de los mejores de Luis César en el cómputo general.
«Ángel de amor, qué pena que sufriste un desamor». Concretamente, el de la grada blanquivioleta. Ojalá a partir de ahora solo se juzgue su rendimiento, y no el que otro podría estar dando.