El delantero juvenil del Real Valladolid estrenó condición con el Promesas ante el Lealtad y superó a Dani Vega como el tercer futbolista más joven en formar de inicio en Segunda B en este siglo

El pasado fin de semana se produjo uno de esos hechos que dan lustre a la cantera: el estreno como titular en el filial de un juvenil. Miguel de la Fuente, que había debutado la semana anterior en El Plantío, saltó al campo de inicio por primera vez con el Real Valladolid Promesas a sus diecisiete años y 211 días.
Enfrente tuvo a Adrián Llano, ocho años más mayor que él y con más de cincuenta partidos en la categoría, y a Alberto González, diez años más mayor y con cien apariciones más en Segunda B que su compañero en la zaga. Para más inri, se tuvo que fajar ante un CD Lealtad que pasa por ser uno de los equipos menos goleados y, por lo tanto, con un mejor desempeño defensivo. Y cumplió.
Trabajo ‘sucio’ al margen, generó varias ocasiones de peligro que no pudieron superar a Javi Porrón (otro con más de cien entorchados en la Segunda División B y que le saca doce años). Aunque fue de más a menos, puede decirse que es normal, dado que el ritmo aquí es otro distinto, más elevado, y lo contactos diferentes, también, más exigentes. Lo cierto es que, no obstante, como contra el Burgos, no desentonó, y menos si se tienen en cuenta estos condicionantes.
Lo de que no se amilanara es importante, y más cuando el futuro, incluso el más cercano, le pertenece. Debido a la lesión de Iván Martín –que propició sus dos primeras actuaciones– es posible que repita ante el Izarra. Lo haga o no, dado su potencial, cabe esperar que tenga mayor continuidad el próximo curso, quizá ya como integrante a todos los efectos de un filial del que ya es parte y en el que militan otros talentos precoces como Anuar o Dani Vega.
El ceutí es el penúltimo jugador que jugó su primer partido como titular con el filial antes de cumplir la mayoría de edad. Lo hizo en septiembre de 2012, con diecisiete años y 236 días, veinticinco más que el delantero tudelano, y además, en Tercera. El extremeño, por su parte, se estrenó en un once de Rubén de la Barrera a finales de agosto del 2014, con diecisiete años y 232 días. Él sí, en el fútbol de bronce.
Antes que ellos, en este siglo, fueron de la partida en Segunda División B antes de los dieciocho tres jugadores que hoy militan en clubes de la Liga de Fútbol Profesional; a saber: Sergio Asenjo (diecisiete años y 60 días, en la temporada 2006/07), Carlos Lázaro (diecisiete años y 61 días, en el curso 2007/08) y Quique González (diecisiete años y 254 días, en la campaña 2007/08).
Junto a estos seis, en los últimos estrenos oficiales (incluyendo salidas desde el banquillo) se cuela un séptimo jugador, Juan, extremo del División de Honor y que es el futbolista más joven en actuar con el Real Valladolid Promesas en lo que va de siglo y, sin embargo, jugó por primera vez de inicio con los dieciocho años ya cumplidos.
Estos han sido los últimos debuts precoces con el filial militando en la categoría de bronce del fútbol español: