El entrenador del San Pío X Femenino reconoció que la victoria ante el Guadamur es «importante» y que todo se allanó con el gol de Mónica a los 49 segundos
Foto: Jesús Domínguez
Las finales hay que ganarlas, y con esa mentalidad salió el San Pío X a disputar su encuentro frente al Guadamur. Aunque tampoco esperó Martín Olmedo, su entrenador, que el triunfo iba a ser fácil. Pero todo se allanó antes del primer minuto.
Mónica Padilla volvió a vestir la rojiblanca y tardó 49 segundos en marcar. «Nos ha venido genial, tanto para ella, como para el equipo. No esperábamos marcar tan pronto, sino que iba a ser un partido más reñido, pero se ha ido solucionando poco a poco·, señaló el técnico.
Porque ese tanto sirvió para dar «tranquilidad al equipo». «Había un poco de nervios. Estaban todas esperando a ver qué pasaba», reconoció. El inicio fue feliz con ese 1-0, pero el final, con el 3-0 definitivo, resultó todavía más agradable. Y es que la diferencia de goles vale un punto extra, por lo que el San Pío salió «a buscar el golaveraje particular».
«Todo lo que sea sumar tres puntos es importante», dijo Olmedo. Más todavía para un equipo que no puede permitirse más tropiezo ante rivales directos, si quiere mantenerse en Segunda Femenina. También destacó lo que supuso el triunfo: «Dejar a este equipo abajo». «Aunque queda mucha Liga», añadió.
La alegría se apoderó de Los Cerros ya con la titularidad de Mónica, antes del inicio. «Sabemos que nos iba a dar aire y mucha fuerza en el centro del campo. Se tiene que acoplar un poco al equipo, porque ella viene de jugar de delantera y no ha tenido muchos minutos», apuntó el entrenador.
Pero el acoplamiento no le preocupa porque «se conocen desde siempre», ya que las compañeras son prácticamente las mismas». «Ha coincidido con Nerea [Fidalgo] en el centro del campo y han jugado juntas desde alevines», puso como ejemplo.
Lo que sí le amargó un poco más fue la expulsión de Moni. «Me fastidia bastante porque no quería perder a nadie. Ahora vamos a estar uno o dos partidos sin ella», lamentó. Estas acciones no son nuevas en la delantera rojiblanca y eso es un problema para Martín Olmedo. «Me preocupa que se salga tan fácilmente de los partidos en el momento en el que la chingan un poquito. Si viene un equipo que le busca las vueltas, te puede durar cinco minutos», explicó.
Mientras, tras el primer refuerzo de invierno con Mónica, el técnico sigue trabajando para que su equipo mejore con otras incorporaciones «en la parte de arriba». «Estamos en ello. Lo que queremos hacer es una cosa bastante compleja. A ver si para el siguiente fin de semana tenemos algo», señaló.
Si no llegara nadie más, tampoco sería un quebradero de cabeza para el entrenador rojiblanco, ya que confía en que la competitividad de la plantilla aumente tras la vuelta de Mónica. «Ellas mismas, viendo que son dieciocho, lo pelearán un poquito más. Vamos a intentar luchar con lo que tenemos», sentenció.