La afición que acudió al primer entrenamiento se mostró satisfecha con la presumible apuesta por los jugadores del Promesas, aunque se echó de menos a Julio
El sentir era claro, casi unánime, en los Campos Anexos al Estadio José Zorrilla este lunes por la tarde. La presumible apuesta del nuevo entrenador del Real Valladolid por los jugadores de cantera, a falta de que todavía lleguen unos cuantos fichajes, gustó en la enorme grada de piedra toda vez que se pudo comprobar que, efectivamente, hasta nueve chicos del Promesas saltaban al césped para las pertinentes fotos y sesión de entreno bajo un sol abrasador.
Y es que ante la falta de resultados en estas dos últimas temporadas, el camino a seguir parece claro. Menos nombres rimbombantes, menos fichajes de “gente que no siente los colores” y más jóvenes de la casa que “al menos sentirán más el escudo”. Una vez pasadas unas cuantas semanas desde el último fiasco deportivo la ilusión parece algo restablecida, pero es evidente que Paco Herrera y los suyos aún tienen mucho por hacer.
Así las cosas, y sabiendo que la plantilla está a medio construir, las herramientas para el ascenso parecen visibles. Y estas se encuentran en la cantera, o ese es el sentir general. A fin de cuentas es lo que espera más de uno, que los jugadores se pongan a picar y cavar hasta dar con el preciado tesoro del ascenso, sabiendo que para ello habrá que sudar. ¿Quiere ver la opinión de los presentes en la grada en esta primera sesión de pretemporada? No tiene más que darle al play.
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