Trujillo Suárez, árbitro del Real Valladolid – Lugo, no mostró ninguna tarjeta

Con la llegada de Alberto López al banquillo del Real Valladolid, se presuponía que el equipo iba a ganar en dos cosas: solidez defensiva e intensidad. Ninguna de las dos cualidades salieron a relucir este domingo en el José Zorrilla, y el Pucela sacó, de casualidad, un empate inmerecido.
El partido se desarrolló en todo momento según el guion que propuso un CD Lugo que dispuso de las mejores ocasiones del encuentro. El Pucela, por su parte, lo intento como pudo, aunque siempre sin claridad. De hecho el Real Valladolid evidenció una esperpéntica falta de intensidad.
Con dos delanteros centro, siendo uno de ellos Rennella, un punta capaz de bajar balones, se supone que el juego directo debería ser una de las armas de este equipo, pero nada más lejos de la realidad. El francoitaliano peleó muchos balones y bajó algunos, pero ninguno de sus compañeros ganó una sola segunda jugada.
Ni una. Todos los balones divididos fueron del equipo gallego que no sufrió apenas en defensa. Esto se ejemplificó en el número de paradas que realizó su portero José Juan, pues según las estadísticas de la página del Real Valladolid, el cancerbero solo intervino para despejar de puños dos veces.
Y es que se podría decir que la única parada del portero visitante fue la que le realizó a Tiba en el penalti, aunque posteriormente Roger anotase en el rebote. Hubo aún más muestras del desapego por la intensidad en los jugadores del Real Valladolid.
Quizás, en el ámbito donde más se muestra esa desgana es en el aspecto disciplinario. Cero tarjetas recibió el equipo blanquivioleta en un partido en el que se suponía que Alberto iba a imponer a sus jugadores un mayor trabajo defensivo en la presión. Pero nada, el Pucela hizo aguas en todas las facetas del juego.
El equipo contrario recibía balones en el centro del campo y jugaba a placer. No hubo presión en ninguna línea del terreno de juego y eso dio pie a que el Lugo dominase a placer a un conjunto local que no realizó apenas faltas, ni mostró una agresividad adecuada a los malos tiempos que atraviesa el Club.