Rubi, Garitano y Portugal terminaban contrato esta temporada en el Real Valladolid, igual que lo hará, en principio, Alberto López

El carrusel de entrenadores que ha pasado por el banquillo del Real Valladolid en los últimos años continúa con la llegada de Alberto López. Tras prescindir esta misma temporada de Gaizka Garitano, primero, y de Miguel Ángel Portugal, después, el irundarra es el tercer técnico del Pucela en el curso. Los tres, además de Rubi, firmaron hasta 2016.
La situación económica del Real Valladolid no es muy boyante. En los últimos años han tenido que arañar hasta el último céntimo desde la dirección deportiva para confeccionar la plantilla más competitiva posible. Pero en ese presupuesto también hay un apartado para el jefe del banquillo, que, como los jugadores, también ha sufrido muchos cambios.
Desde la marcha de Miroslav Djukic, ningún técnico ha durado más de una campaña al frente del Pucela. Juan Ignacio Martínez tomó el relevo del serbio y aterrizó en Zorrilla con un contrato de dos años, con otro más opcional –este–. Pero tan solo cumplió el primero, ya que el equipo descendió y fue destituido.
Poco después, con el tiempo suficiente para preparar el regreso a Primera División, el Real Valladolid presentó a Joan Francesc Ferrer Sicilia ‘Rubi’ como entrenador blanquivioleta. El proyecto fue tomando forma con los refuerzos, tanto estivales como invernales, pero el catalán no terminó de dar con la tecla para que el Pucela despegara definitivamente. Entró en play-off, pero fue apeado en la eliminatoria inicial por Las Palmas, quien posteriormente logró el ascenso.
Tras no alcanzar el objetivo, la dirección deportiva decidió prescindir de sus servicios, pese a que le quedaba otro año de contrato. Rubi fue el primero de los cuatro con la intención de finalizar la temporada 2015/16 como entrenador blanquivioleta. Después ha pasado los mismo con otros dos, aunque en un periodo de tiempo mucho más corto.
Gaizka Garitano llegó con la intención de aportar su garra a la plantilla, pero solo duró nueve jornadas en el banquillo. El de Derio firmó hasta junio de 2016, una campaña, para ir paso a paso y crecer si ambas partes conectaban. Aunque, como ya es sabido, no fue así y, con nueve puntos en el casillero, dejó de ser el entrenador del Real Valladolid.
El caso más reciente es el que se ha producido hace unos días. La mala dinámica del conjunto blanquivioleta hizo que Carlos Suárez, presidente del Pucela, tomara la decisión de destituir a Miguel Ángel Portugal, tras seis meses al frente del equipo. El burgalés, quien también había firmado hasta final de temporada, tampoco fue capaz de despertar a un conjunto cuyo objetivo era ascender a Primera.
Ahora, con Alberto López, el Real Valladolid tratará de terminar el curso de la manera más digna posible y, sobre todo, en Segunda División. Después de contar con dos entrenadores que no dieron con la tecla, el exguardameta tiene ante sí un reto más complicado de lo que a priori parece, puesto que debe recuperar el ánimo de un equipo tocado.
Como los anteriores, su vínculo expira el treinta de junio, sin que haya ningún compromiso contractual por el cual pudiera renovar automáticamente, a priori, tal y como reconoció en la rueda de prensa de presentación. Viendo los precedentes, no comprometerse por más tiempo quizá sea lo más adecuado.