El técnico reconoce que espera que lleguen pronto «dos o tres jugadores» y cuáles son los puestos que considera que se deben reforzar

Joan Francesc Ferrer, Rubi, es un tipo contento, alegre. Serio, también, con mirada penetrante; aunque se puede destacar lo primero debido a que rara vez oculta la sonrisa. Solo cuando da indicaciones a sus jugadores frunce el ceño, de concentración, no de mala uva. Cuando habla, es claro. Y, por el momento, también cuando lo hace muestra satisfacción.
Así se le ha visto ante los medios, en la última rueda de prensa antes de partir hacia la concentración de Mondariz de este domingo. Reconoció que, aunque como es habitual y lógico a estas alturas, sus jugadores están «sufriendo» debido al trabajo físico, ve ya una cierta asimilación de este trabajo. «Están empezando a salir ‘cositas’ clásicas de pretemporadas, como sobrecargas y ampollas, pero estamos en el punto adecuado, después de una semana con muchísimos entrenos. No ha habido ninguna circunstancia excesivamente negativa», destacó.
La respuesta que está encontrando en sus hombres está siendo muy positiva, más aún teniendo en cuenta que su equipo de trabajo acostumbra a dar «muchos contenidos en los entrenamientos, muchas cosas que obligan mucho a pensar, además de la carga física», lo que obliga, en algunos casos, a una lenta digestión. Podría ser el de los jugadores del filial, si bien el entrenador está contento: «Están dando pasos importantes. Cuando los ves igual que a los otros, es que se están poniendo al mismo nivel, y eso lo empiezo a detectar», confirmó.
Con todo, estas primeras semanas están siendo difícil. También para jugadores como André Leão, por ejemplo. Más lo será la que viene, en Mondariz, donde el técnico reconoció que «se va a hacer un trabajo mucho más duro en lo físico. Van a acabar muy muy tocados». No obstante, pese a esta cuestión, hay otra intención, y es que en los dos amistosos previstos «se empiece a ver el trabajo táctico» y que «sirvan para hacer correcciones».
Por el momento, este trabajo se ha centrado en la parcela defensiva, principalmente. «Porque tenemos más defensas y mediocentros» que hombres de ataque, dijo el entrenador catalán, lo que hace que sea la vanguardia allí donde más necesidad encuentra para que el equipo se refuerce. Aunque, siendo importante que lleguen atacantes, es prioritario que antes llegue un meta para dar continuidad a ese trabajo.
La salida de Diego Mariño obliga a cambiar el guión sobre la marcha, ya que Rubi «contaba y creía muchísimo en él». Por ello, desde que notificó su salida, la dirección deportiva anda ocupada y preocupada en encontrar un sustituto «de garantías» que cubra la portería del Real Valladolid, «como mínimo», al nivel que iba a dar el gallego. Y, para desgracia de Dani Hernández, no parece que vaya a ser él el elegido.
«Pedimos tiempo para conocerlo mejor y hacer una valoración más clara. Es difícil que cambie su situación, pero lo analizaremos a base de más entrenamientos; no nos podemos precipitar. Si no llega nadie antes, es posible que tenga que participar en los amistosos», al igual que Julio, quien, de hecho, tiene hoy día más futuro en el club que el arquero sudamericano.
Así, salvo sorpresa, serán dos los porteros que deba firmar el Real Valladolid próximamente. Además del que va a competir con el vallisoletano por la titularidad en el Promesas, claro. «Pensamos que es un portero muy válido. Si se lo gana, va a jugar en el filial y ser nuestro tercer portero», explicó Rubi, un trabajo que pasa no solo por los guantes de Julio, sino también de ese fichaje que está por llegar para el arco el Promesas, ya cerrado.

Foto: Le Sportiu de Catalunya
«Un lateral izquierdo, jugadores de banda ofensivos, algún centrocampista y delantero más…»
El entrenador blanquivioleta reconoció que hay «una lista de cuatro» porteros en la que se está trabajando, entre ellos, una recomendación suya. No obstante, la «comunión» que hay con la dirección deportiva es buena, por lo que se niega a «imponer» al que ha recomendado. Al contrario; «si el que viene es de un nivel alto, estaré encantado». Más si lo hace con premura, ya que «en nueve de las trece sesiones incidimos en trabajos defensivos; lo necesitamos cuanto antes para poder seguir con ese trabajo».
Aunque son más las necesidades. «En todas las posiciones hace falta, como mínimo, un jugador», comentó Rubi antes de hacer su particular ‘lista de la compra’: «Un lateral izquierdo, jugadores de banda, alguno más en mediocampo y algún delantero más». Son, en total, cuatro puestos. Más los dos porteros. Más el central que está por llegar, Chus Herrero.
«Sabíamos que este sería el camino. Tengo fe en que en breve se amplíe la plantilla en dos o tres jugadores y que acaben quedando dos o tres plazas para completarla gradualmente», confirmó un técnico que espera ya la llegada del zaguero ya comentado, a quien ya tuvo a sus órdenes en Girona.
«Vamos a intentar cerrarlo. A nivel contractual quedan cosas, pero nuestra intención es que viaje lo antes posible. El aficionado del Real Valladolid que está acostumbrado a cotas altas quizá no conozca mucho a Chus Herrero, pero nos va a dar muchísima polivalencia, ya que puede jugar en cualquiera de las cuatro posiciones de la defensa con total garantía. Creo que va a sorprender», aseveró.
Joan Francesc Ferrer valoró como positivo el hecho de que, sorpresa de Mariño al margen, se han mantenido «las bases importantes de la plantilla que teníamos y que queríamos que se quedaran». Ese calificativo de ‘importante’ no ha recaído, ni recae, sobre jugadores como Bergdich o Lluís Sastre, quienes podría salir. Quizá sí en un futuro, si finalmente no lo hacen.
Sekou y Valiente, al margen
En la sesión matinal, previa a la comparecencia del técnico, no estuvo el jugador del filial Sekou, que ayer se retiró con una sobrecarga muscular, mismo motivo que provocó que Marc Valiente se retirase del entreno antes de tiempo. Mañana, a partir de las nueve, en Los Anexos, tendrá lugar el último antes de viajar a Mondariz.