El técnico, que ascendió al Real Valladolid Promesas, no abandonará la Tercera División, si bien cambia de grupo
Javier Torres Gómez comienza una nueva etapa lejos de la que fue –y será siempre– su casa. El técnico que ha llevado al Real Valladolid Promesas a la categoría de bronce confirma en su cuenta particular de Facebook que estará en el banquillo del Villarreal C la próxima temporada.
Después de tres campañas dirigiendo al filial pucelano y de toda una vida entre jugador y entrenador en la capital del Pisuerga, el madrileño se aleja en busca de nuevos retos. Ha encontrado su sitio y una oportunidad en la entidad castellonense. Llega para sustituir a Paco López, entrenador que da el salto al primer filial y dirigir a una plantilla que militará en el Grupo VI de la Tercera División.
Es, esta, una categoría que conoce gracias a un paso firme y constante que ha devuelto la ilusión en Los Anexos al Nuevo José Zorrilla. Precisamente, lejos de su feudo se tiñeron de bronce, tras perder en Somozas, pero llevarse la eliminatoria de ascenso a la Segunda División B.
Fueron muchos los rumores que le colocaron lejos del José Zorrilla, antes incluso de que aquel pasado cuatro de junio comunicara a Braulio Vázquez su intención de no renovar. Madrid se colocaba como principal destino de un entrenador en busca de nuevos reconocimientos. El técnico siempre dejó claro su intención de seguir, pero antes debía escuchar la propuesta de su club.
«No es un adiós, es un hasta luego»
Cercano, como él siempre ha demostrado ser durante todos los años que ha formado parte del Real Valladolid. Así ha querido despedirse de la ciudad, del club y de la afición, que hoy deja atrás. Una decisión que no ha sido fácil para él, pero que creía necesaria para volver a ponerse a prueba.
El técnico ha tenido palabras de agradecimiento por el apoyo recibido durante los años en los que estuvo al frente del filial. En su nueva etapa como técnico del Villarreal C espera devolver la confianza y el cariño con el que le han recibido a su llegada. Cariño que se lleva de la ciudad vallisoletana, de la que se despide con un hasta luego.
«Tras muchos años en Valladolid llego el momento de salir, no es fácil, pero creo que es necesario para reactivarme y ponerme de nuevo a prueba en todos los sentidos. Dejo familia, amigos, compañeros, pero sólo físicamente porque todos ellos vendrán conmigo y estarán siempre a mi lado. Agradezco todo el apoyo que me dais y el reconocimiento que me hacéis sentir. No es un adiós, es un hasta luego. Ahora en Villarreal espero devolver toda la confianza y cariño con la que me han recibido. Es un reto y como tal lo voy a vivir al máximo. Muchas gracias y un fuerte abrazo».