Hicham da los tres puntos al Almería en el tiempo de descuento en el duelo que medía a los dos próximos rivales del Real Valladolid y que sirve a los andaluces para salir de los puestos de descenso

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Durante toda la temporada, los equipos a los que se ha ido enfrentando el Almería se han visto las caras en la siguiente jornada con el Real Valladolid. Así sucede también con la última, con una particularidad, que después de jugar en Anoeta ante la Real Sociedad, los de Juan Ignacio Martínez recibirán al conjunto andaluz. O, dicho de otro modo, el encuentro de los Juegos del Mediterráneo entre los de Francisco y los de Arrasate servía para testar el nivel de los dos próximos rivales.
Si hay una palabra con la que se puede definir el partido, sin duda es ‘locura’. Empezó ganando la Real Sociedad con un tanto de Carlos Vela desde el punto de penalti, empató Óscar Díaz antes del descanso, se equivocó Ayza Gámez al anular el gol que habría supuesto el dos a uno en favor de los locales, que encajaron el uno a dos al contragolpe, sendos errores arbitrales provocaron la remontada almeriense, empató Bergara y un debutante, el canterano Hicham, provocó el estallido de la grada con un tanto que vale tres puntos importantísimos.
Con esta victoria, salen los andaluces de los puestos de descenso, a los que cae un Getafe al que, aparentemente, de poco o nada ha servido destituir a Luis García y contratar a Cosmin Contra. Y todo por el corazón, el que pusieron los rojiblancos en un partido que sabían era de una importancia capital. Prueba de ello es no solo la remontada, en sí, sino el mismo gol de la victoria, fruto de una presión de la salida del balón rival en el minuto 91 de un chico de dieciocho años que marcó en su primer contacto con el cuero en Primera División.
La intensidad del Almería se llevó por delante a una Real en decadencia, que desde que ganó hace un mes al Fútbol Club Barcelona solo ha sumado otros tres puntos, en el freno que pusieron a la resurrección del Valencia. Los otros tres envites, ante Sevilla, Rayo Vallecano y este último, contra los almerienses, han sido derrotas, que, unidas a otros pinchazos anteriores, le han hecho descolgarse de la lucha por la cuarta plaza.
La defensa, que ha encajado ocho goles en los últimos cuatro partidos, ejemplifica el nivel en receso del conjunto txuri urdin. No obstante, como cuentan con jugadores de gran nivel en tres cuartos de campo, son capaces de porfiarlo todo a sus jugadores atacantes y sacar resultados positivos, no tanto porque se encuentren en un mejor momento como por su calidad individual.
En el último mes, Carlitos Vela ha marcado solo un gol, de penalti. Mismos guarismos lleva Antoine Griezmann, el otro jugador de fantasía realista, mientras que Aguirretxe mantiene el tipo con dos tantos. Jagoba Arrasate, buscando recuperar el frescor de sus hombres de vanguardia, ha rotado en los últimos encuentros a Xabi Prieto, Chory Castro y a los tres anteriores, sin demasiada suerte.
Volviendo al encuentro contra el Almería, cabe destacar que la intensidad puesta por los de Francisco –que terminó expulsado– dio resultado en la zona ancha, donde la Real Sociedad no consiguió hilvanar, y con la presión ejercida sobre su defensa, superada e insegura en la salida de balón, antes incluso de la irrupción de Hicham.
La potencia de Aleix Vidal fue determinante, por los desajustes provocados más allá de los dos penaltis cometidos sobre él, ambos inexistentes. También lo fue la precisión de Verza, en la ejecución de esas dos penas máximas, y su vigor en labores de contención del juego de Sergio Canales, que no brilló, y el trabajo sucio de un Óscar Díaz que terminó lesionado.
Con todo, si el partido en su generalidad se puede definir de ‘loco’, ha de destacarse el triunfo como el de la fe, la que puso un equipo que pugna con el Real Valladolid por huir del descenso. Después de no puntuar en los cinco encuentros anteriores, su convicción en la salvación les permitió llevarse por delante a un equipo teóricamente superior y meter al Getafe en (más) problemas.
Juan Ignacio Martínez, en una semana crucial, habrá tomado nota sobre cómo evidenciar las carencias de sus dos próximos rivales. A tenor de lo visto en los Juegos del Mediterráneo, el Real Valladolid ha de ser intenso, físico y profundo para dar la sorpresa en Anoeta, habida cuenta del bajón de un equipo, el realista, que se parte en dos y sufre en labores defensivas.
Siguiendo la tan manida filosofía de ‘El Cholo’ Simeone puede pensar uno en ir partido a partido. Pero, si ve ya al del próximo domingo, ha de imaginarse un partido contra el Almería en el que la intensidad será determinante. Correr menos que un rival igual de desesperado puede ser un paso hacia Segunda. Correr más, en cambio, puede encaminar hacia la salvación si a esas ganas se le unen otros dos factores, calidad y suerte. En el primero el Valladolid gana, en el segundo…