El Real Valladolid se despide del torneo del KO en una eliminatoria que tuvo ganada hasta el 40′, pero que el Rayo Vallecano remontó en cuatro minutos.
Juan Ignacio quería seguir adelante en la Copa del Rey. Así lo indicaba el once titular que dispuso en el Municipal de Vallecas para la vuelta de los dieciseisavos de final. Pocos cambios con respecto a la Liga y con Manucho y Guerra en punta de ataque. Además, el empate a goles le valía para pasar de ronda.
Las cosas se ponían de cara para los blanquivioletas en en minuto 28 de la primera parte cuando Javi Guerra batió a Cobeño a placer después de una jugada enredada en el área del meta vallecano. El malagueño volvía a ser protagonista después de su hat-trick el pasado lunes ante el Celta de Vigo. Pero ahí no quedaría la cosa. El ‘nueve’ pucelano marcaría el devenir del equipo y de la eliminatoria posteriormente.
Pocos minutos después del tanto blanquivioleta, Adrián empataría el choque, que no la eliminatoria, gracias a un error defensivo de la zaga pucelana. Con dos goles, pero muy poco juego sobre el Municipal de Vallecas, se llegó al descanso.
El paso por vestuarios sentó realmente mal a los jugadores de Juan Ignacio, que saltaron al césped con poca intensidad. Tres minutos habían pasado de la segunda mitad cuando Javi Guerra dio una patada a destiempo que le costó la tarjeta roja. Una acción impropia del delantero blanquivioleta que tomó el túnel de vestuarios antes de tiempo. A partir de ahí el partido se rompió.
El Rayo Vallecano tomó las riendas del encuentro y se volcó a atacar a la portería de Jaime. Tenían mucho que ganar y poco que perder con todo de cara. Juan Ignacio, que no quiso bajar los brazos antes de hora, dio entrada a dos de los jugadores con más calidad de la plantilla para ver si solucionaban la papeleta. Óscar volvió a jugar unos minutos tras su reaparición el lunes anterior, pero el mago poco pudo hacer. Junto al mediapunta, saltó al terreno de juego Víctor Pérez. El centrocampista debutaba así esta temporada después de cinco meses de calvario en la enfermería.
A pesar de la entrada de dos jugadores que tratan la pelota a las mil maravillas, ni unos ni otros conseguían practicar buen fútbol. La escasez de juego hizo que el partido se interrumpiera cada dos por tres. Pero el Rayo estaba un punto por encima, como con una marcha más.
Cuando el choque agonizaba, el equipo de Paco Jémez consiguió dar la vuelta a la eliminatoria gracias a otro tanto de Adrián, de cabeza y a la salida de un córner que provocó Alcatraz. El Real Valladolid se vino abajo y con todo en contra poco se podía hacer. Alberto Bueno quiso poner la puntilla con el tercer tanto rayista ya en los minutos de descanso. Con este 3-1 el Real Valladolid se despide de la Copa del Rey.