El Real Valladolid ha hecho oficial la llegada del lateral derecho colombiano en calidad de cesión. Se convierte en el segundo fichaje, después del ya confirmado de Zakarya Bergdich.
En Valladolid, cuando un fichaje queda pendiente de unos últimos flecos, por norma, aparecen los nervios. Hubo alguno, incluso, que se alteró en Colombia al ver que la cúpula del Once Caldas había reconocido días atrás que el papeleo pendiente de resolver la llegada de Alcatraz García al Nuevo José Zorrilla estaba en manos de la entidad blanquivioleta, teniendo en cuenta que antes de hacer su pase oficial, el Real Valladolid había hecho pública la llegada de otro lateral; eso sí, izquierdo.
Pero el temor, al menos en esta ocasión, era infundado. Solo veinticuatro horas después de notificar la llegada de Zakarya Bergdich para las tres próximas temporadas, procedente del Lens, Gilberto García, ‘El Tatuado’, se ha convertido oficialmente en la segunda cara nueva que se encontrará Juan Ignacio Martínez el día ocho de julio.
Al contrario de lo previsto inicialmente -he aquí otra razón esgrimida por los inquietos-, ‘El Alcatraz’, como es conocido el lateral derecho cafetero, llegará a España para incorporarse directamente a la pretemporada, y no esta semana. Será entonces cuando se le presente, hecho que termina por simbolizar cualquier rúbrica.
Con el fichaje de Alcatraz, sobre quien el Real Valladolid se reserva una opción de compra, cifrada en un millón de dólares por la prensa de su país (al cambio, unos 750.000 euros), la dirección deportiva viene a doblar una posición en la cual el pasado curso no había más que un jugador, el serbio Toni Rukavina, eventualidad que llegó a Miroslav Djukic a utilizar coyunturalmente a Víctor Pérez y -como en Segunda- a Balenziaga en esa posición.
El tolimense, que vivirá en el Nuevo José Zorrilla su primera experiencia europea, ha jugado solo un semestre en Once Caldas, equipo al que llegó procedente del Deportivo Pasto, donde jugó dos temporadas. Anteriormente lo hizo en el Deportivo Cali, en el Bucaramanga, en el departamento de Santander, en el Cúcuta y en el club de su ciudad de origen, el Tolima.
Además de como lateral derecho, la dirección deportiva del Pucela confía en que, en caso de necesidad, pueda desenvolverse como extremo por el mismo costado, dada su velocidad y gran técnica. A estas condiciones hay que sumarle su buen hacer a balón parado, toda vez que en sus anteriores equipos ha mostrado destreza en el lanzamiento de tiros de falta y penaltis.
Como Rukavina, con quien previsiblemente luchará por un puesto en el once titular de Juan Ignacio Martínez, ocupará plaza de extracomunitario y es internacional absoluto por su país, el quinto con contrato para la próxima temporada, después del fichaje de Bergdich y de que antes lo fueran el ya citado Rukavina, Dani Hernández y Manucho.
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