Miroslav Djukic ha sido presentado en Mestalla como nuevo entrenador del Valencia CF, acompañado por directivos y aficionados del conjunto ché.
La expectación era elevada. Porque volvía a casa. Un escenario de colores negros, vigilado por el escudo del Valencia CF y cuyo telón de fondo mostraba imágenes del Djukic jugador y del Djukic entrenador. El sol entraba en el Estadio Mestalla, donde la presentación iba a tener lugar a media tarde, adelantando el verano que quiere aparecer ya, como Miroslav en Paterna.
Antes de las primeras palabras del técnico serbio como entrenador valencianista, subía a un cuidado estrado el director deportivo, Braulio Vázquez, para explicar los motivos que lo llevaron a decidirse por Djukic para sustituir a Ernesto Valverde. Unas razones que brotaban directamente del estilo de juego que había inyectado el entrenador en el Real Valladolid. «Si veis jugar al Valladolid, veréis que domina, propone, con mucha personalidad y mucha ambición», aseguró Vázquez, que en buena medida quiere que su Valencia construya un estilo semejante al que exhibió el conjunto blanquivioleta la pasada campaña en Primera.
Entre aplausos, jaleado por algunos hinchas que ocupaban los asientos adyacentes a la grada que albergaba la elegante presentación de Djukic, el entrenador se hacía con el protagonismo y, en un discurso diáfano y directo, como acostumbra, mostró cuáles deben ser las pautas de su nuevo equipo y los objetivos que se marca. «Vamos a luchar por los títulos», aseveraba mientras pedía unión entre los jugadores, la afición y la prensa, la misma que agradeció en su despedida de Valladolid.
Para el almirante, ocupar el banquillo del Valencia, club con el que ha conquistado Liga y Copa, «es una gran oportunidad. El Valencia es un gigante dormido al que pienso despertar». Y en su cabeza, su primera opción, como ha asegurado pocos minutos después en su primera rueda de prensa en Mestalla, ha sido el equipo ché, club «que piensa en los títulos», una de las metas principales en este nuevo camino que inicia.
Para alcanzar una de sus nuevas metas, acercarse a los trofeos y lograrlos, como la Europa League, debe configurar una plantilla competitiva y comprometida. Un grupo de futbolistas con los que está, en principio, conforme. «Estoy muy contento con lo que tenemos. El resto son matices. No somos un equipo vendedor. La venta va a ser controlada», afirmaba, a la vez que abogaba por no cambiar lo que había funcionado bien con el anterior técnico. «Con Valverde han hecho una grandísima segunda vuelta. Todas las cosas buenas no las vamos a cambiar».
Lo que sí tiene claro el flamante entrenador valencianista es la filosofía que desea para su nuevo equipo. «Quiero un Valencia protagonista, con posesión, agresivo; que el aficionado sepa el guion de lo que va a ocurrir» a lo que añadió que, pese a conocer el poderío de los dos grandes y la plausible opción de quedar terceros, su equipo, ante ellos, «saldrá a ser protagonista».
Frente a la posibilidad de traer consigo algún jugador en concreto del Real Valladolid, Djukic respondió que evaluará si es válido para el Valencia porque, añadió, «aquí solo vendrán los mejores», una calidad que han de mostrar, también, aquellos canteranos que quieran llamar al primer equipo, pues, aunque «van a ser seguidos» y el balcánico no descarta «brindarles la oportunidad», «el resto es de ellos».
Una plantilla ché que, desde hoy, está a su disposición, en un nuevo capítulo de la historia del entrenador que inoculó en Valladolid una filosofía de fútbol memorable. En este nuevo contexto, y sabedor de la presión que suponen los grandes saltos, responde: «A mí me va a juzgar el campo. Mi obligación es contentar a la gente». «Yo no tengo ningún miedo».