Álvarez Izquierdo, colegiado que pita el lunes el Real Valladolid – Real Sociedad, dirigirá su quinto partido de la temporada en nueve jornadas, pese a la leyenda que dice que ha estado castigado el último mes.
El Comité Técnico arbitral de la Real Federación Española de Fútbol ha designado al trencilla catalán Alfonso Álvarez Izquierdo como árbitro del Real Valladolid – Real Sociedad que se disputará el lunes a las nueve y media de la noche en el estadio Nuevo José Zorrilla.
El colegiado barcelonés lleva sin pitar algo más de un mes, desde el veintiséis de septiembre, día en que dirigió el Betis – Atlético de Madrid correspondiente a la tercera jornada liguera, y que sin embargo se disputó más tarde de lo previsto debido al aplazamiento del encuentro por la disputa de la Supercopa de Europa por parte del equipo colchonero.
Entonces, Álvarez Izquierdo expulsó a dos jugadores béticos, uno de ellos, Joel Campbell, por doble amarilla después de sancionar una mano inexistente en el caso del verdiblanco, pero que en realidad sí existió, pues en esa misma jugada Filipe Luis cometió un penalti no señalado.
Después de aquel encuentro, la Federación modificó su designación para el Rayo Vallecano – Deportivo de La Coruña en favor del jienense Pérez Montero, algo que es achacado a un ‘neverazo’ que puede no ser tal, pues el encuentro de Zorrilla será el quinto que dirige, con lo que se convertirá en uno de los colegiados con más partidos pitados en Primera División.
¿Por qué se produjo entonces ese cambio en la asignación? ¿Por qué entonces un mes sin pitar? Porque, allí donde muchos quieren ver un castigo, fuentes próximas al Comité de Árbitros hablan de una protección al colegiado en cuestión, como ocurre en otros casos cuando se retira a un trencilla durante algún tiempo.
El argumento, que puede sonar poco creíble, puede también convertir en falaz la teoría del castigo, pues el ‘neverazo’, lejos de ser una pena, es más una medida que responde a la intención del Comité de enfriar el contexto mediático en que los presuntos errores -o clamorosos, en el caso de Álvarez Izquierdo- provocan unas críticas feroces.
La retirada de la circulación de un árbitro de manera temporal, para quienes están más cerca del arbitraje, no es más que un ‘neverazo’ mediático, carente de condición punitiva, ya que no existe norma que recoja tales penas. Más bien al contrario: el castigo que se impone al trencilla cuya valoración es pobre se impone al final de la campaña por medio de un descenso.
Por otra parte, el que haya estado un mes sin pitar puede decir tanto como tan poco, teniendo en cuenta que, entretanto, hubo un parón por selecciones, que hay hasta nueve colegiados con menos asignaciones y que, cuando los trencillas no reciben partidos es bien por problemas físicos, por ese afán de protección o simplemente por la dificultad de cuadrar el calendario para que no coincidan árbitros y equipos de su comunidad.
Volviendo a Alfonso Álvarez Izquierdo, el presunto castigado arbitrará en Valladolid su quinto partido de la temporada. El bagaje de los otros cuatro partidos fue de tres victorias locales (Sevilla 2-1 Getafe, Mallorca 2-0 Valencia y Osasuna 4-0 Levante) y una victoria a domicilio, el Betis 2-4 Atlético de Madrid.
En estos cuatro choques se han anotado quince goles, con una media que roza los cuatro tantos por partido y de los cuales diez han sido para el equipo de casa y cinco para el foráneo. Respecto a las tarjetas, el catalán ha mostrado veintiocho amarillas, con una media de siete cartulinas por partido, de las que doce han sido para el equipo que jugaba en casa y dieciséis para el conjunto que lo hacía a domicilio. Además, ha expulsado a dos jugadores, ambos del equipo local y en el mismo partido: Perquis y Joel Campbell del Betis en su duelo ante el Atlético.