El entrenador del Real Valladolid trató en rueda de prensa temas como la última salida de tono de Sana y de nuevo, el incidente ocurrido contra el Girona con Javi Guerra.
«Va a ser un partido muy difícil, ya vimos que nos ganó aquí, entonces tenemos que ir con las pilas muy cargadas porque nos espera un partido dificilísimo pero somos un equipo que aspira a subir a primera, somos Valladolid y vamos a ir a buscar la victoria». Con esta frase comenzó Miroslav Djukic una rueda de prensa que no ha dejado indiferente a nadie.
Sobre el Murcia dijo que: «a partir de ganarnos, despegaron como motos, espero que esta vez no les ayudemos a despegar, nosotros desde el principio vamos a buscar la victoria aunque va a ser muy difícil y los siguientes partidos van a marcar qué va a ser de nosotros. Es muy importante demostrar que eres un aspirante contra estos rivales directos». El serbio añadió que «espero un partido diferente sobre todo en el resultado, con otro desenlace porque nosotros vamos a ir a por la victoria. Espero un buen partido y una buena mentalidad».
A partir de aquí la comparecencia dejó a un lado el tema estrictamente deportivo para centrarse en dos nombres protagonistas de la última semana: Sana Camará y Javi Guerra.
Djukic no quiere ni un solo punto negro en su equipo. «Puede haber cosas que ocurren pero este grupo está jodidamente unido y nada puede desunirlos, sabemos dónde estamos y sabemos perfectamente nuestro principal objetivo. Aquí no se desintegra nadie y no lo vamos a permitir. El grupo mismo va a eliminar todo lo que no va conjuntamente, aquí no hay distintos caminos, todos estamos en el mismo barco y, o nos salvamos todos o nos vamos a la mierda. Nosotros vamos a eliminar todo lo que no va con nosotros».
El míster quiso cerrar el tema de Javi Guerra. «No hay ningún problema. Yo no soy importante, Guerra sí lo es. A mí que Javi Guerra salga cabreado, me encanta. Tiene que salir cabreado. Le cambio porque no lo hace bien, pero lo prefiero, me jodería más que le cambiara y que no pasara nada».
Djukic sabe que ese cambio no le va a restar autoridad ni ante sus jugadores ni ante la afición: «yo gano mi autoridad todos los días y no se va a perder por eso. A mí me gusta que me digan, que me rebatan, que Javi Guerra salga y me insulte, no pasa nada, pero él sabe que lo que hago lo hago por su bien y por el del grupo. Yo quiero que reaccione, que recapacite porque yo sé que es un tipo que arrastra mucha gente, un tipo importantísimo y quiero que dé el máximo, que sea un ejemplo. ¿Que no mete goles?, no me importa, me importa el Javi Guerra como un ejemplo».
Para cerrar el tema aseveró que «quiero que en el campo me demuestre que me equivoqué, yo no tengo ningún problema en rectificar, aquí el Valladolid es importante y quien les va a dar el título al club es el equipo, yo no soy importante. Yo quiero que esta gente rinda y estén al 200% porque es la única manera de que cumplamos nuestros objetivos. Yo he hablado con él y no hay ningún problema».
Los roces que surgen se hacen más grandes si caben con el problema de los impagos pero Djukic ensalza la unión y el compromiso del vestuario. «Estoy impresionado de la madurez de estos treinta tíos que están luchando todos los días, no se quejan, que sabemos todos que se les debe, pero ellos no permiten que salte nadie, quieren todo unido y hoy he quedado impresionado con el compromiso, de diez. O saltan todos o no salta nadie, estoy encantado con ellos».
Ayer miércoles, la bomba del tema Sana explotó porque aseguró que quería marcharse. Djukic, que no tiene pelos en la lengua y esta vez no iba a demostrar menos, afirmó rotundamente que «a esta persona hay que eliminarla de nuestro vestuario, no quiere estar con nosotros. Estamos jodidos todos, pero tenemos que salir todos juntos, no puede salir cada uno por su lado. O salimos todos o nos hundimos todos. ¿Quién es Sana?, ¿a quién ha ganado Sana?, tú tienes que demostrar unidad y luego puedes pedir tus pertenencias porque a estos chicos se les debe y tienen que reclamarlo, pero ellos reclaman trabajando y luego la pelota ya se la pasamos con otra gente que tiene unos compromisos».
El técnico blanquivioleta recalcó que hay que estar todos juntos para luchar por lo mismo. «Vamos a pedir las cosas todos y todos vamos a estar unidos. O vas con nosotros o vas contra nosotros. Saná no puede decir que se quiere ir, vale perfecto, si no quieres ir con nosotros, vete, que no te hemos recibido, da tú pasos, primero reclama en el campo y luego hazlo fuera. No vamos a dar más importancia a Sana que a un Nafti, Álvaro Rubio, Baraja o un Guerra, de estos que están currando. Vosotros -los periodistas- podéis darlo porque es noticia, pero nosotros no vamos a permitir esto».
Djukic fue claro y contundente en su mensaje. «Vamos a eliminarlo, no vamos a permitir que siga». Además aseguró que es «el club el que tiene que tomar qué hacer con él» y tildó a Sana como «un problema».
El serbio, que no da puntada sin hilo, explicó por qué no lo quieren: «no vamos a permitir que esté con nosotros porque tenemos que estar todos juntos, jodidos, pero todos y ya lo intentaremos resolver. Es de mi equipo y es mi responsabilidad y yo doy explicaciones al presidente, al aficionado, a todos, e igual que yo doy la cara, también vamos a pedir a otra gente que dé la cara porque la gente que está currando todos los días como cabrones lo merece».
«Yo soy culpable que Sana no juegue, pero hijo mío, demuéstrame en el campo. Puede decirlo alguien y salga un tío que demuestra pelea, compromiso, pero hijo mío, ¿qué me has demostrado?», apostilló.
El balcánico cree que todo esto perjudicará a Sana. «Está mal aconsejado porque sus abogados o quien sea le han dicho «tú monta líos, provocará que te vayas», pero eso le va a perjudicar. Se está perjudicando porque no sabemos quién es. Primero demuestra y luego pide. Sí, pedir está de puta madre, pero hay que demostrar, dar y luego lo que pides vendrá como consecuencia de un hecho».
Esta ha sido una de las ruedas de prensa más contundentes que Djukic ha dado desde que llegó a Valladolid. Por su tono de voz parecía molesto por algo pero él asegura que no. «No estoy enfadado, quiero deciros las verdades, yo no me caso con nadie. No soy empleado del presidente, me importa un huevo todo, me importa el Valladolid porque soy empleado del Valladolid y hago lo mejor para el club».
El míster trabaja por y para el club, y así lo ha hecho saber. «Yo no soy hombre de presidente ni de director deportivo, hago lo mejor para el club y soy un tipo que busco lo mejor para que esto funcione. Yo tengo que ser franco y ser justo con mis jugadores. Intento ser justo con todos pero no voy a permitir que alguien me estropee toda la entrega. Yo salto al cuello del que me quiera estropear, soy capaz de meter el dedo en el ojo como meten algunos», finalizó.