El centrocampista de la SD Huesca fue, en su tiempo, una perla de La Masía que fichó por el Arsenal

Si la semana pasada escribíamos de Sergio Tejera y su más que evidente estancamiento, frente al Huesca se nos hace ineludible la figura de Fran Mérida. Porque sí, aquel Fran Mérida, por el que siendo juvenil el Arsenal tuvo que pagar algo más de tres millones de euros, juega hoy en uno de los recién ascendidos.
Esperemos que al contrario que Tejera, frente al Real Valladolid no demuestre aquello de ‘quien tuvo, retuvo’, frase lapidaría esta si tenemos en cuenta que estamos hablando de un futbolista que cuenta, tan solo, con veinticinco primaveras.
La historia de Fran Mérida es la de un juguete roto. En la estampida de jóvenes promesas culés hacia Londres, que iniciara Cesc Fàbregas, nuestro protagonista fue un alumno aventajado. Tanto que, como ya hemos mencionado, su salida hacia tierras inglesas desde La Masía fue todo un escándalo que le acabó saliendo por unos tres millones de euros a los Gunners.
Su buen hacer en la cantera del Arsenal le llevó hasta una cesión con destino San Sebastián en enero de 2008. Allí disfrutó de sus primeros minutos de plata en una Real Sociedad que no logró su objetivo, el ascenso a Primera División. La vuelta al conjunto inglés no le deparó los minutos que él hubiera precisado en la élite, y, más bien, apareció en el equipo de reserva gunner que en el primer equipo. Sin embargo, en su única aparición en el Arsenal de su homólogo Fàbregas, en su última temporada en Inglaterra, logró marcar un tanto al Bolton que quedará para el recuerdo.
Arsene Wenger no encontró lo que buscaba en el catalán, quien, libre, recaló en el Atlético de Madrid en el verano del 2010. Aquel era el equipo de los Agüero, Forlán, De Gea… y de Quique Sánchez Flores, quien, sin confiar demasiado en Fran Mérida, le cedía al Braga portugués en invierno.
La marcha de Quique podría suponer para Fran el tener mayor peso en el equipo, pero nada más lejos de la realidad: la llegada del Cholo Simeone, quien entiende de manera muy diferente el fútbol a como lo hace Fran Mérida; de titularísimos como Gabi; o la irrupción de un chaval todavía más joven que él como Koke, cerraron las puertas del Atlético al catalán. Atrás también quedaba su flamante etapa como internacional español en casi todas las categorías inferiores, donde disputó 46 partidos desde su etapa juvenil y marcó dieciséis goles.
De nuevo sin equipo, recaló en Alicante para, de una vez por todas, reivindicarse en el fútbol profesional. El Hércules de la temporada 2012-2013 era un equipo diseñado para ascender, con jugadores de la talla de Edu Bedia, Portillo o Braulio. Sin embargo, la temporada fue un desastre, evitando el descenso por muy poco, y en lo referente a Fran Mérida, la situación no fue mejor: no contó con la confianza de Quique Hernández, su entrenador, y decidió amistosamente romper su vinculación con el club alicantino, previo pago de 100.000 euros de su propio bolsillo, para poner rumbo a Brasil, donde le esperaba el Atlético Paranaense.
Allí, en Brasil, su fortuna ha seguido los mismos derroteros. Consciente de ello, y de que quizás la salida hacia esa liga no fuera la mejor de las soluciones para una carrera tan truncada como prometedora en sus inicios, Fran Mérida llegó a Huesca en el pasado mercado invernal, consiguiendo posteriormente el ascenso a Segunda División, donde sigue siendo parte importante del conjunto de Tevenet.