El Lealtad de Villaviciosa afronta su tercera temporada en Segunda División B, la segunda consecutiva, con el objetivo de ser el escaparate para las jóvenes promesas asturianas

hace dos años || Foto: El Comercio
El Real Valladolid Promesas afronta este fin de semana la sexta jornada de liga con el objetivo de volver a conseguir los tres puntos. Enfrente estará el Lealtad de Villaviciosa, que viene de ganar a domicilio al Somozas por cuatro goles a tres. Será la tercera temporada de los asturianos en la división de bronce del fútbol español, la segunda de manera consecutiva en toda su historia.
Además, el conjunto maliayo está de enhorabuena, no solo por este hito, importante en su historia, sino también porque el año que viene se cumplirán cien años de su nacimiento.
Para tal acontecimiento, el conjunto negrillo ha decidido mantener la base del equipo que consiguió la permanencia el año pasado. No obstante, el Lealtad se ha reforzado en el mercado veraniego con la premisa de dar más oportunidades a los jugadores de la tierra.
La misma plantilla que hizo historia
La temporada pasada quedará grabada a fuego en la historia del Lealtad de Villaviciosa. Los maliayos conseguían la permanencia en la categoría de bronce y certificaban así su participación en ella por segunda vez consecutiva, algo que no había sucedido nunca en sus casi cien años de historia.
Buena parte de la culpa la tuvo su técnico, Javi Rozada. El asturiano, que firmó por los maliayos en el 2013, consiguió la pasada temporada la gesta de mantener al club dos temporadas seguidas en Segunda B. Rozada tiene las ideas claras: lo más importante es mantener la plantilla con gente de la tierra. Esto encaja a la perfección con la filosofía del Lealtad, que en los últimos años está apostando por convertirse en el escaparate de las jóvenes promesas asturianas.
Foto: La Nueva España
A pesar de verse mermado por bajas importantes como las de Dani Hedrera y Yosu Camporro, el Lealtad ha mantenido la base de la plantilla del año pasado. Entre sus nombres más destacados está el guardameta Javi Porrón. Tras haber jugado en el Cudillero –equipo de la Tercera División asturiana– durante un año, Porrón firmó por el Lealtad en la temporada 2011/12.
Su primer año en la portería maliayesa se saldó con treinta y cuatro partidos como titular en una temporada en la que el Lealtad consiguió la permanencia en Tercera División con cuarenta y cuatro puntos. El joven portero ovetense siguió como titular indiscutible los siguientes años, siendo figura clave en el ascenso conseguido en la temporada 2013/14.
Si la portería tiene dueño, la delantera no iba a ser menos. El responsable del ataque maliayés es el también ovetense Pablo Espina. El delantero, que debutó en la temporada 2009/10 con el Ribadesella –militante en la Primera Regional de Asturias–, llegó al Lealtad en el año 2013.
Su instinto y sus desbordes fueron clave para el ascenso de los asturianos y actualmente es el hombre por cuyas botas pasa todo el peligro. Si bien las asistencias son su especialidad, este inicio de temporada está siendo fructífero en su faceta goleadora. Ha marcado tres goles en los cinco partidos que ha jugado como titular, superando sus mejores números.
Caras nuevas con acento asturiano
Para paliar las bajas, el Lealtad ha incorporado en el mercado estival a varios jugadores que tienen una cosa en común: todos son nacidos en el Principado de Asturias. De este modo, el conjunto negrillo tan solo cuenta en sus filas con cinco jugadores no asturianos, confirmando su filosofía de proteger a los de la tierra.
Foto: La Nueva España
El hombre elegido para reforzar la delantera fue Camochu. El atacante –que debutó en el Sporting de Gijón B– llegó a Villaviciosa procedente del Logroñés, con el que anotó cinco tantos la temporada pasada. Junto a Pablo Espina forman una dupla que espera darle muchas alegrías al Lealtad en forma de goles.
El centro del campo fue la zona más afectada tras la marcha de Yosu Camporro, Dani Peláez y Edu Llosa. En su lugar llegaron Adrián Llano y Álvaro Muñiz. El primero llegó procedente del filial del Real Oviedo tras haber sido eliminado en la fase de ascenso contra el Arenas de Getxo. Antes, había jugado en el Langreo y en el filial del Atlético de Madrid.
Álvaro Muñiz llegó a Villaviciosa para aportar al equipo la veteranía necesaria en la categoría. Tras haber militado en el Pájara-Playas canario, el Caravaca, el Burgos y el Marino de Luanco entre otros, el gijonés volvió a Asturias para reforzar el medio del campo del Lealtad. Hombre clave en todos los equipos por los que ha pasado, Muñiz comienza a sentarse como titular en el club maliayo, con el que ya ha marcado su primer gol.
Tras un inicio de temporada prometedor y con el centenario en el horizonte más cercano, el Lealtad se ha convertido en todo un escaparate para los jugadores asturianos que quieren triunfar. Y todo ello sin salir de casa.