Nuevamente, la intensidad marca la sesión vespertina del miércoles

«Trotando no se recuperan los balones». Esta frase, pronunciada por Gaizka Garitano en el entrenamiento de este miércoles, evidencia que la intensidad es una de las señas de identidad que quiere inculcar el técnico vizcaíno en el Real Valladolid. Concretamente la pronunció en un instante en el percibió que Óscar no estaba yendo a la presión como él demandaba. Y es que el salmantino, que tuvo que retirarse de la sesión por unas molestias musculares, andaba muy justo de fuerzas.
El método Garitano recuerda cada vez más al que implantó José Luis Mendilibar en la temporada del meteórico ascenso. El discurso del exentrenador del Eibar es claro desde el primer día: «No es lo mismo ganar que perder, ni tan siquiera en los entrenamientos».
Y si no que se lo pregunten a los jugadores. En uno de los ejercicios de espacio reducido, el equipo que perdiera tenía que hacer quince fondos (flexiones), al más puro estilo de las «volatinas» de Mendilibar. Quería intensidad el técnico vasco y vaya si la consiguió.
Como curiosidad cabe destacar que el entrenamiento fue presenciado por unas doscientas personas, entre las que se encontraban los 31 entrenadores que están terminando el XLII Curso Nacional de Entrenador y que tiñeron de rojo las gradas de Los Anexos. Entre ellos se encuentra el excapitán blanquivioleta Javi Baraja, que sigue los pasos de su hermano Rubén, que recientemente ha fichado por el Elche como entrenador.
Mientras se siguen esperando los refuerzos (por el momento Garitano solo cuenta con ocho jugadores del primer equipo), el equipo tendrá este jueves una doble sesión de entrenamiento (a las nueve y media de la mañana y a las siete de la tarde).