El director deportivo aprovecha la presentación de Zambrano para analizar cómo se encuentra situado el Real Valladolid en el mercado

No hace falta ser un lince para ver que algo pasa cuando cinco jugadores con contrato no empiezan con su equipo la pretemporada. Tampoco para entender que, quizá, el Real Valladolid se está moviendo algo lento en el mercado, teniendo en cuenta que solo ha anunciado la ‘renovación’ de Samuel y el fichaje de Juan Villar; refuerzos del Promesas al margen.
Como suele suceder en estos casos, hay quien anda ya nervioso, como si no hubiera a haber más movimientos tarde o temprano y el ocho más doce actual fuera a ser lo normal. La cuestión es que, con todo esto, había diferentes cuestiones para analizar, y nadie mejor para ello que Braulio Vázquez, director deportivo de la entidad, que aprovechó la presentación del venezolano Renzo Zambrano para pasar revista.
En primer lugar, el gallego reconoció con respecto a los cinco jugadores con contrato que no han empezado la pretemporada con el equipo, que aunque «cada situación es particular, lo que sí es cierto es que es una declaración de intereses mutua». Así, se deduce que saldrán todos, o la mayoría, o por lo menos la intención se deduce de esas palabras y de los hechos hasta ahora consumados, pues, sin ir más lejos «alguno de esos futbolistas mostró que su voluntad era salir del club».
Una de las prioridades del mercado es reforzar la puerta. Braulio no ocultó el interés en Kepa y reconoció que así es, que está buscando un portero. Que podría acompañar a Diego Mariño, que está arrepentido de la manera en que salió el curso pasado. «La forma no fue la adecuada. Habíamos depositado toda la confianza en él y creo que se equivocó, pero vamos a hacer borrón y cuenta nueva», afirmó.
Con todo, alguna vez se ha dicho que Carlos Suárez podía impedir su vuelta. Aunque es «el presidente y el dueño», Braulio considera que «no es rencoroso», de manera que no cerró la opción a que Mariño se quede. Es más, el guardameta está abierto a modificar su cláusula de salida, «una declaración de intenciones que indica que sabe que no puede abandonar un club un quince de agosto», y se pasó todo el curso pasado «preocupado» por lo mal que se había tomado su salida.
En todo caso, podría coincidir con un ya ex con el que Braulio querría contar, como es Túlio de Melo, si bien «es complicado» que pueda firmar un nuevo contrato con el Real Valladolid, después de que un Primera de España llamase a las oficinas para preguntar con él y teniendo en cuenta que en la Serie A «tiene alguna cosilla». Sería, el brasileño, el único de los que se han ido que podría continuar, quizá junto a Óscar Díaz, a quien se le ofreció renovar por un año.
Con respecto a esas prisas antes comentadas, siempre malas consejeras, fue claro: «Lo importante es que vengan buenos jugadores. Quitando el Almería, que está muy por encima a nivel presupuestario, los demás estamos en stand by, viendo el mercado. Entiendo que la gente quiera escuchar nombres, pero el año pasado Javi Varas llevó faltando cuatro días y el rendimiento fue bueno».
No le preocupa el tardar en fichar; al contrario, sabe que «habrá que esperar por alguna oportunidad de mercado que aparecerá más tarde», y que hay que fichar aquello de lo que se está convencido. Asimismo, no le preocupa tampoco la actual situación del plantel, pues «el otro día había algún equipo en Primera que empezó casi» como el Real Valladolid, y además sirve para que la cantera se postule como alternativa real.
El primer equipo, a priori, estará conformado por alrededor de veinte jugadores. Lo ideal, en este contexto, es que el filial ayude. «Quizá el cuarto central salga de los que están haciendo la pretemporada. Ojalá puedan tener minutos Renzo, Toni, Ángel… Al final, ver su trabajo disipará dudas», finalizó el director deportivo blanquivioleta.