El equipo blanquivioleta cae en las semifinales de la promoción, en parte, por la discutible actuación arbitral tanto en la ida como en la vuelta
Hoy es difícil escribir, para qué nos vamos a engañar. Y no lo será porque no hiervan los dedos en las teclas o la mente no se envenene lo suficiente como para no escupir cuchillos ponzoñosos contra todo el que se ponga por delante. Otro año en la Liga Adelante.

Nuestros pensamientos, que tienden a anticiparse aunque lo hagan de manera equivocada, ya están sumergidos en qué sí y qué no queremos para la próxima temporada.
En resumidas cuentas: queremos ascender a Primera el año que viene y no queremos repetir la temporada que dejamos atrás. Qué fáciles son ciertas lecturas.
Otras, para mi sorpresa, parecen ser más complicadas y no entiendo por qué. ‘Los detalles’ anteriores a este, todos salvo los esporádicos del Promesas y del Tordesillas y Villa de Simancas, no son más que la constatación de que lo que voy a decir a continuación es otra muesca más en esta infructuosa campaña, pero es bueno aclararlo y emplazar a los seguidores a releer –si es que hubo primera vez– todas las anteriores publicaciones de esta sección postpartido en esta temporada.
Aquí sí se dirá: el Real Valladolid ha sido expulsado del play-off, entre otros muchos factores (en anteriores capítulos referidos) por los dos arbitrajes sufridos en esta semifinal de la promoción de ascenso. Y el que quiera creer que esto es una simplificación reduccionista, que lo haga, pero que sepa que, al menos, aquí sí se hablará en estos términos.
Porque no eres guay si hablas de los árbitros. En este mundo es pecado si quieres ser ‘un buen profesional’. Para quien lo quiera, ¿lo quieres? –que diría el flatulento juego infantil–. Así, podemos hablar (o no) de las cuatro expulsiones que ha sufrido el Real Valladolid en dos partidos.
Porque sí, demasiado intensos, pero seis amarillas en Canarias y siete en Valladolid parecen excesivas. Y las faltitas… ¡qué decir de las faltitas! Y las jugadas puntuales… Hernán y Chica tocaron balón y Javi Varas (el mejor en la vuelta del play-off y en toda la temporada) no comete penalti, por mucho que el árbitro así lo entendiera. Pero hay tantas cosas que no se entienden…
Nos han expulsado del play-off. No encuentro mejor definición en menos palabras. Espero que Rubi, Peña, Timor, Roger, Braulio, Suárez y quien sea lo sepan. Porque conozco a otros que sí lo saben. Estaba yo viviendo el partido en la Estación Gourmet, como muchos otros blanquivioletas. Al final del partido, después de los primeros instantes de furia y los segundos de mirada perdida, me giré hacia atrás y vi hombres tendidos en el suelo, llorando, derrumbados como si les hubieran metido una paliza de impresión.
Y para algunos, esto es no ascender: una paliza de impresión. Por ellos, por los que sienten que así es el que su Pucela no suba, me despido por esta temporada, se despide ‘El Detalle’. Ellos sí saben que fuimos expulsados del play-off, tanto como que el año que viene ahí estarán de nuevo. Va por ustedes. Hasta luego.