Rubén de la Barrera califica la temporada de su Promesas de «sobresaliente», después de vencer en el último partido en casa del curso

Tocaba despedir la temporada en casa, y nada mejor para hacerlo que un triunfo. El Promesas ganó al Langreo en el último partido del curso en Los Anexos, en un envite sufrido, en el que la necesidad del conjunto asturiano amenazó con imponerse al mejor hacer del filial, superior técnicamente a su rival.
Para su entrenador, Rubén de la Barrera, era «importante despedir la temporada en Los Anexos con una victoria», ya que el equipo «se merecía ese broche de oro final a la campaña, por lo menos en casa». Si la huelga lo permite, quedará el colofón real en la Nueva Condomina, ante el Murcia. Pero lo ‘gordo’ ya está hecho.
Precisamente por eso el futuro fue la nota predominante en la rueda de prensa del técnico del filial. Calificó la campaña de «sobresaliente» y reconoció que la puntuación –52 unidades– es «elevadísima atendiendo a las circunstancias» del equipo, «que se ha merecido su clasificación –actualmente, octava posición– desde el primer día».
El gallego reconoció que se le vienen a la cabeza «ciertos partidos en los que con mayor acierto o control de algunas circunstancias» podrían haber permitido «finalizar todavía más arriba», aunque reiteró: «La valoración es de sobresaliente». Y, el mantener al plantel conectado, en una situación cómoda, «difícil», más aún con rivales como Lealtad o Langreo, «que se están jugando la temporada en dos partidos».
El envite ante los langreanos sirvió para ver una nueva gran intervención de José, inédito durante buena parte del curso por lesión, y con quien De la Barrera se mostró contento, y el debut de Jordan y Alberto. «Es importante ya no solo el debut, sino cómo han estado. No solo han jugado, sino que lo han hecho francamente bien; Jordan ha jugado un partido muy bueno y Alberto nos ha dado equilibrio, nos ha asegurado tener la posesión y ha evitado contragolpes», ponderó.
Estas rotaciones fueron un «premio al grupo», aunque, por ejemplo, las bajas en el centro de la zaga obligaron a la participación en esa posición del juvenil Deve, lateral derecho e incluso extremo diestro en el División de Honor. «Se va adaptando cada vez mejor y cada vez entiende más cosas del juego. No solo es capaz de jugar por fuera, también por dentro. Aunque su posición esta vez atiende más a las bajas que a otra cosa», aseveró el míster del filial.
Como era casi obligado, Rubén de la Barrera habló de su futuro. Cuando fue cuestionado por él, socarrón, dijo que en Murcia se le verá «seguro», y recordó que tiene contrato hasta el treinta de junio. Con la misma sonrisa, ya en serio, explicó que «con la vorágine del primer equipo» y que «aún no ha terminado la temporada», aún no se ha sentado a hablar con la dirección deportiva, aunque «ese día va a llegar».
Él, dice, está «encantado» y entiende que el club también está «satisfecho con la labor». Existe en su contrato una cláusula por la cual «se valorará» su continuidad en caso de terminar entre los diez primeros, algo ya asegurado. Como que «el primer club» que va «a atender» es el Real Valladolid».
Aunque en el horizonte puede haber otras entidades interesadas, De la Barrera no quiere pensar aún en ellas. Prefiere «disfrutar lo que queda con los chicos, que es poco, pero hay que aprovecharlo». «Han sido meses intensos, bonitos. Cambio de categoría, muchos jugadores nuevos… Yo siento que he crecido, y la culpa la tienen ellos y el club», finalizó sonriente el técnico.