El Real Valladolid visita Alcorcón mientras que la Unión Deportiva Sur afrontará en el Felicísimo de la Fuente un choque vital ante el Puente Castro

Foto: Víctor Álvarez
Restan seis jornadas para el final de la fase regular del Grupo V. Poco más de un mes de competición y la exigencia resulta máxima: ningún equipo inmerso en la pelea por el descenso se puede permitir fallar. Por ello, llega la hora de la verdad.
Se dice que cuando una persona atraviesa malos momentos es cuando mejor se conoce a sí misma. Algo similar ocurre con el fútbol, aplicándolo a los equipos que peor lo pasan a estas alturas de la competición, que no son otros que aquellos que buscan la permanencia.
Dichos conjuntos, tratan de sacar lo mejor de dentro a pesar de que las fuerzas comienzan a flaquear. A algunos se les enciende la bombilla y obtienen resultados por encima de sus posibilidades; otros, en cambio, ven como su suerte se va torciendo y se hallan en un pozo negro, en caída libre y sin frenos.
Esto es lo que ocurre en División de Honor, y para colmo, entre tanto jaleo se encuentra la UD Sur. El humilde equipo de barrio sigue codeándose entre los grandes y saca pecho de su buen hacer hasta ahora. Eso sí, toca reafirmarse. Los fantasmas del pasado asustan y es ahora cuando llega el momento de no fallar.
Entre medias de los equipos que luchan por el título o por la salvación está el Real Valladolid, que en esta segunda vuelta vagabundea situado en la quinta posición esperando que alguien le diga que por fin, la liga ha terminado.
Sin embargo, más allá del puesto de los blanquivioletas en la tabla, no hay que olvidar que llega el momento definitivo para muchos de los integrantes de la plantilla que terminan su etapa juvenil y deben dar el salto al Promesas, o bien, buscarse las habichuelas en otro lado. Al margen de lo deportivo, se acerca la hora de la verdad de forma individual para este equipo, para madurar como futbolistas, y solo quedan seis jornadas para dar un golpe en la mesa y demostrarlo.
La próxima oportunidad la tienen el sábado en Alcorcón, a partir de las cuatro de la tarde. Pero, de nuevo, el Juvenil A irá con lo puesto. Chuchi Macón lleva tiempo haciendo malabares en cada alineación y convocatoria, y para colmo le ha surgido un nuevo inconveniente.
Sergio, el extremo que precisamente se lesionó en la primera vuelta ante el equipo alfarero, ha vuelto a recaer de sus molestias y sigue con una temporada para olvidar. No ha salido de una lesión y se ha encontrado en otra, sin apenas tener continuidad en el juego blanquivioleta, en un año que se le presuponía importante en la plantilla.
Además, Rubén de la Barrera sigue confiando en Deve, el cual se ha acomodado en el lateral derecho del Promesas, por delante incluso de Carmona. Lo peor de todo, es que la situación del Juvenil B no permite hacer lo mismo, sino que Macón se tendrá que conformar con rellenar convocatoria con dos laterales del Liga Nacional.
No es que Pablo ni Abraham no merezcan formar parte de la convocatoria –eso es otro tema–, sino que en una lista en la que ya hay cinco defensas –tres de ellos laterales– sorprende que los que suben a echar una mano ocupen esa misma demarcación.
Sea como fuere, los blanquivioletas tratarán de poner fin a su racha de seis jornadas sin conocer la victoria, la que lograron precisamente ante el Puente Castro –próximo rival de la UD Sur-, allá por los comienzos del mes de enero.
Enfrente tendrán un rival que ha cogido aliento tras las dos últimas victorias mientras que disfrutan de su compañero Pastrana a las órdenes de Bordalás en el Primer Equipo. Una victoria alfarera podría certificar su permanencia, pero si los blanquivioletas consiguen vencer, los amarillos se podrían complicar y mucho ya que tienen un calendario duro en las próximas cinco jornadas.
Para intentar conseguir la victoria, viajarán a Alcorcón los siguientes futbolistas: Dani Hernández, Ito; Peli, Abel, Pistu, Corral, Isma Miguel, Abraham, Pablo; Mario Robles, Pelayo, Adrián, Álex, Rober, Mayoral e Isma Casado.
La posible alineación es la siguiente: Dani; Isma Miguel, Abel, Pistu, Corral; Pelayo, Mario, Mayoral, Adrián; Álex e Isma Casado.
El que pierda paga

Resulta curioso que los dos últimos equipos que han logrado ser campeones del Grupo III de la Liga Nacional disputen el domingo, a las doce del mediodía, un partido por intentar no regresar a la categoría que lograron dominar con puño de acero.
Quizás, en Liga Nacional, la dinámica era mucho más bonita tanto para la UD Sur como para el Puente Castro. Raro era el fin de semana que estos equipos se dejaban puntos, ya que el objetivo del ascenso estaba entre ceja y ceja. Pues bien, este año el conjunto encarnado, y desde hace dos, el arlequinado, cambiaron el rol del favoritismo, por el de equipo humilde y hacer las cuentas de la lechera.
Más curioso es, que tratándose de la misma categoría, Jonathan Prado nos haya remarcado por activa y por pasiva el objetivo de los 36 puntos para alcanzar la permanencia, mientras que su homólogo Chema Izquierdo, entrenador del Puente Castro, recalcó en micrófonos de Radio Marca León que su equipo necesita cuatro victorias para conseguir la salvación, lo que a resumidas cuentas, supondrían 31 puntos para los leoneses. Un margen entre los pronósticos de los entrenadores un tanto amplio, pero con un denominador común: el partido del domingo.
A ambos equipos le restan partidos complicados, sin ir más lejos, los dos tienen que jugar contra un Real Madrid lanzado a por el título, por lo que los tres puntos del domingo, son una cantidad que no permitirán escapar. El escenario será el Felicísimo de la Fuente. Un alivio, al menos.
A estas alturas conseguir los tres puntos en El Golpejar se antojaría complicado, por las condiciones del terreno y por el empuje de la afición arlequinada, que siempre responde cuando el Puente lo necesita, algo que quizás se envidie desde La Rubia, que deberá vestir el Felicísimo con las mejores galas para aprovechar el factor campo.
Las dimensiones del Felicísimo ya juegan de por sí una baza a favor de la Sur en este encuentro. debido a la predisposición del equipo leonés en el campo. Una defensa de cinco, con tres centrales y dos carrileros que dispondrán de menos espacio del habitual para poder hacer daño en banda. No obstante, una línea defensiva tan poblada puede ser un hándicap difícil de superar por parte de los locales, pero a buen seguro contarán con un plan antitelarañas por parte de Jonathan Prado.
Partido más que vital. Ambos equipos necesitan esta victoria para seguir realizando sus cuentas de salvación. Por ello, el que pierda, pagará.