El partido frente al conjunto isleño servirá para que el equipo blanquivioleta se quite la careta
Decía la televisión canaria que el Valladolid había hecho noche en un hotel situado en plena zona de fiesta carnavalesca en Tenerife. El saque inicial del partido lo protagonizó Adtemexi Cruz, reina del carnaval tinerfeño, en lo que parecía ser otra anécdota jocosa más. De eso nada. Estamos hartos del carnaval, de Tenerife y de la parafernalia. El Real Valladolid parece decir basta antes de que el Sporting le rinda visita.
El primero en decirlo fue Jonathan Pereira. Habrá quien le defienda, pero es como defender al que pega un puñetazo a otro por tirarle una copa en medio de un bar del carnaval de Tenerife.
‘Muyayo’, que estamos de juerga y estas cosas pasan. Claro que pasan, como el árbitro por delante del menudo delantero, y claro, este se cabrea y le pega la patada al que pasaba por allí. Pues expulsión. Pereira no piensa en las consecuencias de sus actos, en pleno desenfreno carnavalesco, y se tiene que marchar para casa.
Decía que el Valladolid ha dicho basta. Sí, ha llegado al precipicio, a tener que ganar a un rival directo si no quiere empezar a enfadar más de lo deseable a su parroquia. Todo son risas hasta que te paras a pensar que sin Pereira ni Valiente, el Sporting te puede poner a seis puntos. Eso dolería más que la copa al suelo o el puñetazo a la cara.
No solo por el asqueroso partido que hemos podido ver en el Heliodoro Rodríguez López este equipo ya solo puede ir hacia adelante si no quiere terminar de mala manera, sino también porque hay jugadores que tienen que empezar a marcar diferencias, que para eso se les ha traído, y otros deben dejar de intentarlo. Perdón, Rubi tiene que dejar de darles un protagonismo que no se ganan. Los nombres, que cada uno ponga los suyos. Debe llegar el fin de la parafernalia de hacer jugar a todos y respetar las jerarquías de llegada. Ya se acabó el carnaval, fuera caretas.
Cartas arriba, amigos. El partido de Tenerife nos sirve para concienciarnos de manera más acuciante de la importancia del próximo choque frente al Sporting. Que no os digan, os embauquen que diría el otro, que este no será un duelo definitivo. Lo es, estamos en febrero y lo es porque el Real Valladolid es un equipo que hasta ahora ha vivido de los resultados, y si quiere seguir haciéndolo, deberá continuar dominando este apartado.