El conjunto de Rubi hizo su mejor partido a domicilio en La Romareda merced a la gran labor a la hora de saber llevar el tempo del partido
Por primera vez en lo que va de temporada, Rubi tuvo a bien el repetir la alineación de la anterior jornada. No era para menos tras el siete a cero frente al Barça B. Además, ya no solo los hombres se han repetido, sino que la formación también.
El recurrente 4-3-3 con David Timor, Álvaro Rubio y André Leão en el medio ha vuelto a aparecer y lo ha hecho de manera triunfante, con una victoria en un campo muy complicado. De hecho, este 4-3-3 acumula nueve goles a favor y cero en contra desde que es la formación con la que el Real Valladolid comienza sus partidos, pese a que la primera vez fue algo casi improvisado, trabajado durante solamente un día.
El viento sopla a favor, y de ello llegaron los dos tempraneros goles de Óscar, que tranquilizaron y encauzaron el partido de una manera perfecta. Y es que, al Pucela le hacía falta gol ya no solo para ganar, sino para verse por delante y poder elaborar un juego como el exhibido hoy en La Romareda. Ha sido el partido más inteligente del Valladolid en mucho tiempo y eso ha conllevado un lucimiento de muchos puntales.
El principal de ellos ha sido Óscar, pero muy en relación con los tres medios. Así, Óscar encuentra con quien poder asociarse cuando se crea la superioridad en el medio del campo, pero también, del mismo modo, puede acercarse más al área con balón, donde y cuando es más peligroso y efectivo el charro.
Dicha superioridad se manifestó tan grandemente que Ranko Popovic tuvo que nivelar la balanza en la parcela ancha dando entrada a Basha. Ir perdiendo y sacar a un mediocentro defensivo es una decisión impopular, pero no pudo estar mejor tomada.
Al igual que no pudo estar peor preparado y estudiado el partido por parte maña, dejando trabajar a gusto al medio del campo blanquivioleta, campar libremente a Óscar y encarar a Mojica con metros por delante. Así, el sistema, la formación el Zaragoza, el buen hacer blanquivioleta y el marcador logaron hacer que el Real Valladolid cuajara su partido más serio a domicilio en lo que va de temporada.
Hay que poner en contexto el encuentro y resaltarlo. El rival y el escenario no eran moco de pavo. Tras la apertura del mercado de fichajes, la llegada de Pereira y la futurible de alguno más, el Real Valladolid parece caminar de mejor manera que nunca. Porque las formas son importantes, sobre todo la que parece conformar ahora el Real Valladolid con el exitoso 4-3-3.