El interior Sisinio no se prodiga como un ‘killer’. Sin embargo, su gol ante el Elche supone el 1.500 del Real Valladolid en la segunda división.
No destaca -ni busca destacar- con su disparo a puerta. No es una de sus cualidades futbolísticas. Él es más de desbordar, asistir, tirar diagonales, bregar y correr. Correr mucho. Le damos la vuelta a la ficha técnica y aparece el nombre de Sisinio González, ‘Sisi’, y una foto de un menudo futbolista con pelo un tanto largo, ondulado y claro.
A lo largo de su carrera en el Real Valladolid, dividida en dos periodos, ha marcado pocos goles. La temporada 2006/2007, en la que el equipo blanquivioleta alcanzó el ascenso a primera con 88 puntos, el jugador albaceteño anotó la cifra personal de goles más alta en una campaña: cuatro. Uno de ellos, de fabulosa definición, suponía el cuarto tanto en la portería del Albacete, en un partido correspondiente a la jornada 41 de liga y que finalizó en victoria por cuatr a dos para el Pucela de Mendilibar.
Su primera temporada en la élite del fútbol español también fue completada con éxito. La salvación fue un hecho y Sisi, un fijo en las alineaciones del técnico vasco, marcó dos goles.
Llegaba la primera división al José Zorrilla después de tres temporadas en la postergación. Suponía la presentación de la era Mendilibar ante los grandes. El rival, un histórico como el Deportivo de La Coruña. Sisinio perforó la meta de Aouate, saltó la valla y celebró el gol, con júbilo, más cerca de la hincha pucelana. El tanto ponía por delante al conjunto pucelano, pero el partido terminó con empate a dos.
Volvería a conocer el camino del gol en un partido intenso pero fatídico, que enfrentó al equipo albivioleta y al Atlético de Madrid. Su tanto significó la remontada, eventual, en el Calderón, ya que en los instantes finales, el gol en propia meta de Pedro López, compañero imborrable de banda para Sisinio, dio la victoria por cuatro a tres al conjunto del Manzanares. Se acercaba el invierno del 2007 y ya no vería más puerta con el Real Valladolid.
La campaña siguiente jugó en el Recreativo de Huelva, pero, tras el descenso de los onubenses, retornó a Valladolid para iniciar la indeseable temporada del descenso. La temporada de la destitución de Mendilibar.
Un vestuario que echaba de menos a aquel equipo que subió a primera con récord de puntos y un Sisi que, muy frustrado, poco pudo aportar a los suyos en aras de la salvación, al final perdida.
Una lesión en el menisco, provocada por el pequeño travieso vasco Iker Muniain en octubre de 2009, le apartó de los terrenos de juego durante gran parte del campeonato. Sólo pudo disputar cinco encuentros, anotando un gol, el segundo del equipo pucelano frente al Zaragoza en Ña Romareda, en el primer triunfo (1-2) cosechado por el Real Valladolid en Liga.
La aventura en segunda división se inició con Sisi en plantilla. Tras un inicio fulgurante, de buen juego y victorias con el entrenador Antonio Gómez sentado en el banquillo, el jugador y el equipo fueron empequeñeciendo su rendimiento, regresando la crisis al Real Valladolid. El inexperto técnico fue destituido y llegó Abel Resino.
Antes de que Resino se hiciera con el mando del equipo vallisoletano, Sisinio ya había empezado a jugar a banda cambiada, por la izquierda, donde podía realizar diagonales y jugar hacia adentro. Buscaba su lugar en el campo, después del peor año de su carrera deportiva. Incluso llegó a jugar de mediocentro, destacando en la victoria frente al Xerez Deportivo en el José Zorrilla. Fue recuperando su nivel conforme la temporada en segunda avanzaba y el equipo se encaramaba en la zona noble de la tabla.
Su sencilla lista de goles se vio incrementada con otros dos elaborados en esa misma campaña. Rayo y Tenerife fueron los damnificados por el acierto goleador del jugador manchego. Un Rayo que volvería a primera división, empujado por su afición, sacó un meritorio empate a dos del Nuevo José Zorrilla. En aquel partido, Sisinio amplió distancia al conseguir el segundo gol para los pucelanos. Sin embargo, el equipo dirigido por Sandoval recortó tal diferencia y se llevó un punto a Vallecas.
En el Heliodoro, Sisinio transformó un fabuloso libre directo que sirvió para remontar el hachazo inicial de un casi descendido Tenerife, si bien los chicharreros dieron la vuelta al marcador y vencieron por tres a dos.
La fase final de la temporada, culminada con los play-off de ascenso, se quedó marcada en la mente del futbolista blanquivioleta. La eliminación en el Martínez Valero de Elche sembró de rabia al veloz extremo, que veía cortadas de raíz sus ilusiones por reaparecer en primera.
Entonces, en el verano de 2011, la reconversión llegó al club al ritmo del nuevo dueño Carlos Suárez y del entrenador Miroslav Djukic. Un flamante mapa para un Real Valladolid cuyo objetivo es ascender a Primera, y con Sisi como pieza fundamental. El futbolista ha empezado con el pie derecho, artífice del gol 1.500 del Real Valladolid en segunda división y que los acercó hasta la victoria frente al Elche por dos goles a uno.
No destaca, ni busca destacar con su disparo a puerta. Pero, aportando otras propiedades, sigue agrandando su figura en el equipo blanquivioleta, máxime con su último gol, significativo por partida doble.