Omar Ramos ha jugado todos los partidos de Liga, en los que ha mostrado detalles tan buenos como intermitentes.
Ser el único jugador específico en una posición es una ventaja en cuanto a tener garantizado el puesto. Muy mal lo tienes que hacer para que un compañero, que actúa en otra posición, ocupe tu lugar. Esto también tiene su lado negativo. La relajación que puede sufrir perjudicaría al equipo y, por supuesto, a él mismo. Esto es lo que, más o menos, ocurre con Omar Ramos.
El extremo se está mostrando muy irregular en sus actuaciones por la banda izquierda del ataque del Real Valladolid. Minutos para demostrar lo que vale no le han faltado, ya que ha jugado todos los partidos de Liga y uno de Copa. Además, es el cuarto jugador que más minutos tiene en sus piernas. Está claro que, en este caso, tiempo de juego no significa resultados.
Miroslav Djukic le ha dado varios toques de atención sacándole del once inicial. Bueno y Óscar han jugado en su posición y los resultados no fueron demasiado buenos. En tres ocasiones salió Omar desde el banquillo, como revulsivo. Si hubiera otro extremo izquierdo podría ser buena opción, ya que es muy eléctrico. Sus internadas hasta la línea de fondo no terminan en buen lugar.
También ha mostrado la calidad que posee. En varios partidos se le ha visto ejecutar regates de mucho nivel. No ha anotado ningún gol, pero sí que ha dado tres asistencias. Omar tiene cualidades que debería enseñar más a menudo. En el fútbol, además de ser bueno, si quieres hacerte un nombre, tienes que ser constante. Bueno, en el fútbol y en la vida en general.
Quizá si tuviese regularidad no estaría aquí. En el Tenerife le achacaban que no terminase de despuntar. Rapidez y técnica no le faltan. Ahora la pelota está en el tejado del Real Valladolid, que podría ejercer la opción de compra por ochocientos mil euros.
A sus veinticinco años todavía tiene cuerda para rato. El club debe decidir si apuesta por él con el objetivo de que termine de despegar o dejar pasar el tren. Quedan diez jornadas para que finalice la Liga. Diez partidos para que Omar haga méritos y ayude a la entidad blanquivioleta a tomar una decisión. Su futuro está en sus manos. Primera o Segunda División, si el Huesca mantiene la categoría. Ese es otro tema. El descenso de los oscenses a la categoría de bronce podría facilitar la salida del jugador.
Omar no se puede relajar si quiere continuar en la mayor división del fútbol español. Para ello debe cambiar algunos aspectos de su actitud y así lograr la regularidad que se le exige.