El penalti no pitado a Joseba Llorente hace cuatro temporadas en Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, en el minuto 93, privó a los blanquivioletas de pasar a cuartos de final del torneo del KO.
Aún hoy perdura en muchas memorias de aficionados pucelanos un penalti, en este caso uno no pitado, que pudo suponer que el Real Valladolid accediese a cuartos de final de la Copa del Rey de la temporada 2007/08 dejando en la cuneta al Atlético de Madrid de Javier Aguirre.
Aquel dieciséis de enero de 2008, en el Estadio Nuevo José Zorrilla, blanquivioletas y colchoneros se jugaban el pase a la siguiente ronda del torneo del KO. Ambos equipos tenían que marcar si querían lograr el objetivo, puesto que en el partido de ida en el Vicente Calderón ninguno de los equipos consiguió anotar.
El partido, igualado y con ocasiones para los dos conjuntos, no se rompió hasta la segunda parte, llena de sentimientos y emociones encontradas. A los tres minutos de la reanudación un jovencísimo argentino apodado ‘Kun’ Agüero adelantó al conjunto del Manzanares batiendo a Alberto con un disparo cruzado.
El gol colchonero hizo que la afición se quedara helada, más si se puede en un mes de enero en el estadio de la pulmonía. El Pucela necesitaba dos goles si quería alcanzar los cuartos. Mendilibar reaccionó y dio entrada al goleador del equipo, Joseba Llorente, en el minuto 57.
Trece minutos en el campo, y gol; Llorente conseguía que la afición recuperara la fe y animará a su equipo como si le fuera la vida en ello. Con el empate a uno en el marcado,r el Real Valladolid se olvidó de jugar con la cabeza; el deseo y las ganas de avanzar en la competición le hicieron jugar con el corazón y casi lo logra.
La fiesta aquel día estaba siendo maravillosa; con un partido abierto, vibrante, con ocasiones para los dos conjuntos, con sufrimiento y emoción hasta que un invitado decidió convertirse en protagonista. Iturralde González debió de pensar que no estaba teniendo demasiado protagonismo y en los tres minutos de añadido decidió ofrecer un pequeño ‘sketch’.
En ese intento a la desesperada del Real Valladolid por marcar el segundo gol, ese que le diera el pase, hizo que Joseba Llorente se internará en el área y tan solo unas milésimas de segundo hicieron falta para que Pablo Ibáñez derribara al delantero, cometiendo un penalti que Iturralde González no señaló. Todo esto en el minuto 93.
El delantero vasco se levantó del césped hecho un basilisco y soltando improperios que le costaron una amarilla. Mendilibar gesticuló y protestó airadamente, siendo expulsado; el resto del elenco pucelano fue a por el colegiado ante tan claro penalti y la afición pucelana se quedó con cara de póker.
Si se hubiese pitado, las cosas podrían haber sido distintas, siempre y cuando el balón se hubiese colado en las mallas defendidas por Falcón, pero la realidad es: lo que pudo ser y no fue.
Las alineaciones de aquel partido fueron:
Real Valladolid: Alberto; Cifu (Víctor min.81), Iñaki Bea, Baraja, Óscar Sánchez; Borja, Diego Camacho (Vivar Dorado min.64); Kome (Llorente min.57), Sesma, Ogbeche; y Estoyanoff.
At. De Madrid: Falcón; Varela, Perea; Pablo Ibañez, Pernía; Reyes (Simão Sabrosa min. 55), Thiago Motta, Raúl García, Luís García (Maxi Rodríguez min. 65); Forlán y Agüero (Cléber Santana min.83).