La cantera bética está siendo reestructurada para que, en un plazo de diez años, el setenta por ciento del primer plantel verdiblanco esté compuesto por jugadores salidos de las categorías inferiores.
Siempre se ha dicho que la cantera es el valor más seguro de un equipo de fútbol, pero en contadas ocasiones se aprecia de verdad lo que se tiene en las categorías inferiores. El Real Betis Balompié en los últimos diez años, por la confianza que tienen en ella ,pero sobre todo por su perentoria situación económica, se ha dado cuenta de los pequeños talentos que tiene escondidos en Los Bermejales.
La situación actual de la cantera bética es de reestructuración total y más desde la dimisión el pasado mes de enero de su coordinador de cantera José Antonio Gordillo, después de año y medio en el cargo. Pero ya están buscando sustituto. Y el mejor colocado es el joven entrenador de Tolox, Alberto González.
El técnico malacitano, a pesar de tener tan solo 33 años, es un seguro de vida en lo que a cantera se refiere. Antes de llevar a lo más alto al Juvenil División de Honor del Málaga, militó en tres equipos granadinos en los que cosechó bastantes éxitos.
El hecho de que llevase por primera vez en su historia al primer equipo juvenil malacitano a la final de Copa del Rey, después de dejar en la cuneta a Barça y Valencia, es lo que llevó a Miguel Guillén, presidente del Betis, y a su director deportivo, Vlada Stosic, a fijarse en él para capitanear el ‘Proyecto Heliópolis’.
Ambos comparecieron en rueda de prensa hace unas semanas para presentar el plan de futuro con el que pretenden que en un plazo de diez años el 70 por ciento del primer equipo del Real Betis esté formado por jugadores salidos de Los Bermejales. No obstante, la ‘canterización’ del primer equipo no es nueva, pues ya se han producido varios saltos de jugadores formados en las categorías inferiores béticas en los últimos años. Los primeros en debutar con el actual entrenador, Pepe Mel, fueron Ezequiel, Beñat, Cañas y el malogrado Miki Roqué.
Otros tres canteranos hicieron la pretemporada de 2010, pero ninguno cuajó y tuvieron que abandonar la entidad. Estos son Israel, a quien sus altas pretensiones económicas para renovar lo llevaron al Xerez, Fran No, que fue moneda de cambio en el fichaje de Fabricio y acabó recalando en el Real Valladolid Promesas y el portero ghanés Razak. Estos dos últimos debutaron en Copa del Rey de la mano del míster madrileño.
Sin ir más lejos, hace poco más de un año un estudio elaborado por el Observatorio de Fútbol CIES puso de manifiesto que la fábrica bética es una de las mejores de Europa, una factoría que recientemente ha creado también a jugadores como Nono, Adrián, Pozuelo o Vadillo, canteranos que poco a poco se están haciendo un hueco en los planes del Pepe Mel.
Beñat Etxebarría y Eder Vilarchao son otras dos joyas salidas del filial bético, y de las que se habla mucho, pero no se les puede considerar canteranos ‘al uso’ ya que ninguno ha estado más de tres años en las categorías inferiores. El primero apenas estuvo una temporada en el filial y el segundo recaló el pasado verano en el conjunto verdiblanco procedente del Sestao.
El llamado ‘Proyecto Heliópolis’, con trabajo, tiempo y paciencia con los jóvenes jugadores de las categorías inferiores, saldrá adelante, y en diez años e incluso algo menos se podrá ver ese deseo de la directiva de que la plantilla del primer plantel esté, en su gran mayoría, formada por canteranos.