Contracrónica del Real Valladolid 1-1 Real Betis Balompié
El Real Valladolid volvió a empatar, pero esta vez ante el Betis. El conjunto verdiblanco aprovechó quince minutos de desconcierto de los locales para ponerse por delante. La primera parte fue muy buena, aunque se llegó con 0-0 al descanso, ya que un gol de Weissman fue anulado por escasos milímetros. El tramo malo del Pucela llegó del minuto 45 al 60, en el que los de Sergio González dejaron jugar a los verdiblancos y concedieron el tanto. Sin embargo, la reacción fue buena y se consiguió un gol de Weissman, ahora sí, legal, que puso el empate final en el marcador. Otro empate que no sirve de mucho a un Valladolid que está fuera del descenso, pero que necesita mínimo una victoria y quedan cuatro jornadas.
Otro partido sin ganar. El Real Valladolid no lleva sin saborear un triunfo desde el seis de marzo ante el Getafe. Casi dos meses, en los que se han cosechado seis empates y dos derrotas. La necesidad de conseguir una victoria apremia y solo faltan cuatro jornadas. El calendario del Pucela aparenta ser difícil, pero cualquier partido se puede ganar o perder. Los rivales aprietan, y el Valladolid también, lo que pasa que siempre tiene alguna desconexión que le cuesta muy caro. Puede ser pronto y muy aventurado hacer cálculos, pero parece que con cinco o seis puntos más la salvación estaría completada.
Weissman, hombre gol. El israelí se ha convertido junto con Orellana en el pichichi del equipo con seis dianas. Lleva dos jornadas consecutivas marcando y si no fuera por los goles anulados estaría cerca de los diez tantos. Sin duda, el Valladolid necesita de su olfato goleador en los próximos partidos, ya que aprovecha muy bien las pocas que tiene. Además, aporta mucho más que goles, ya que sirvió la asistencia a Plano contra el Cádiz y juega muy bien de espaldas. Es sinónimo de peligro y el delantero más en forma que tiene el equipo.
Caraja de quince minutos. El Real Valladolid siempre tiene un tramo malo en el partido. Unas veces dura más y otras menos, pero casi siempre suele acabar en gol en contra. Esta vez no fue al final del partido, si no al comienzo de la segunda parte. Da igual el rival, el Pucela tiene que estar metido en el partido desde el minuto uno hasta el 90, porque estas faltas de concentración las está pagando muy caras. Es mucho más difícil ganar si siempre encajas, que si no lo haces.