El que fuera jugador del Real Valladolid durante siete temporadas, es ahora segundo entrenador del Marbella FC
Siete años de entrega, siete años de sacrificio, siete años de penas y alegrías. Este es el resumen de Óscar Sánchez en el Real Valladolid en el que nunca dijo una palabra más alta que la otra. El defensor llegó en el año 2002 a la ciudad vallisoletana, donde durante las dos primeras campañas no fue un gran protagonista en el once titular.
Su protagonismo no se vio potenciado hasta la 2004/05, cuando el equipo volvía a jugar en Segunda División. Durante aquella campaña y la posterior, a Óscar le tocó dar la cara en un momento que no era para nada agradable en las orillas del club. La historia, sin embargo, cambiaría radicalmente en el campeonato de 2006/07. El murciano sufriría en un partido en Riazor una lesión muy grave en enero de 2007 que le dejaría lejos de los terrenos de juego durante siete meses.
La reaparición de Óscar Sánchez no se produjo hasta septiembre de ese mismo año, pero con una fina diferencia… y es que el Real Valladolid había vuelto a Primera División. En aquel curso, Óscar Sánchez volvería a Riazor y también saldría de allí de una forma un tanto extraña. Aquel partido el futbolista murciano acabó enfundándose la camiseta de Asenjo, que acabó expulsado.
Sin embargo, el protagonismo del futbolista comenzó a bajar, hasta que en la campaña 2008/09 se convertió en la última de Óscar Sánchez como jugador del Real Valladolid. Hizo las maletas y puso rumbo hacia su tierra, donde fichó por el Real Murcia.
Allí permaneció hasta cinco años y en 2014 anunció su retirada del fútbol profesional, una despedida que sería únicamente de los terrenos de juego, porque Óscar Sánchez pasó a ser el segundo entrenador del Real Murcia desde 2014 hasta 2017.
Posteriormente amplió su bagaje como segundo entrenador en clubes como el Elche, Cultural Leonesa en dos ocasiones, Sochaux y actualmente se encuentra en el Marbella FC. Óscar Sánchez, un hombre de y para el fútbol.