El Celta B de Onésimo pasó por encima de un Real Valladolid Promesas que vio cómo en diez minutos encajaba cuatro goles
Diez minutos. Este fue el tiempo en el que el Celta B no solo sentenció el partido, sino que destrozó al Real Valladolid Promesas. Diez minutos en los que el equipo de Javier Baraja recibió cuatro goles que hundieron cualquier esperanza de los pucelanos de llevarse un partido que, hasta ese momento, fue un ‘toma y daca’ continuo y en el que solo las brillantes paradas de Gaizka evitaron que la diferencia fuera aún mayor.
El choque comenzó con la tercera marcha ya puesta. Ambos equipos, conscientes de lo que se jugaban en este encuentro, no dudaron ni un solo segundo en ir a por el gol. Y ya, en el minuto tres de choque, el Promesas tuvo la mejor de la primera parte. Un error garrafal de Álvaro Fernández, portero del Celta B, que se durmió a la hora de sacar la pelota, permitió a Sergio Benito robarle el esférico y dejar para la llegada de Kuki Zalazar. El uruguayo, quien tuvo todo a su favor, no acertó a disparar entre los tres palos, y el balón se marchó fuera por muy poco.
La respuesta no tardó en llegar por parte de los gallegos, y fue doble. Primero Manu Justo, que, tras deshacerse en carrera de Miguel Rubio, mandó el esférico por encima de la portería de Gaizka. Y más tarde, con él sus aún en el cuerpo de los hombres de Baraja, Markel, que recibió tras una serie de rechaces en el área, estrelló la pelota en el palo. Onésimo no se lo podía creer, mientras Baraja, que veía como su defensa hacía aguas, no paró de gritar a los suyos para que retoman posiciones.
El ‘toma y daca’ continuó, algo que no sentó muy bien al filial blanquivioleta, acostumbrado a un juego de control y pases. Esto hizo que los pucelanos no se encontraran cómodos en el campo y cometieran errores impropios del equipo, algo que no tardó en traducirse en el tanto visitante. Holsgrove recuperó en el área y dejó para Manu Justo, que, de mala manera, disparó a portería. Gaizka hizo lo suyo, detener la pelota, pero no contó con que, en el rechace, Solís, entre dos jugadores del Promesas, consiguiera meter la bota y mandar el balón al fondo de la portería.
Ese tanto hizo mella en el Promesas, que vio cómo los fantasmas de Salamanca aparecían en Los Anexos. Y es que el gol no hizo cambiar el juego, el Promesas siguió sin encontrarse cómodo, mientras que el Celta B continuó amenazando a la portería de los pucelanos. Solo Gaizka, con manos y paradas salvadoras evitó, como pudo que el filial recibiera el segundo antes del descanso.
Tras el paso por los vestuarios, y con el primer cambio de Baraja, que dio entrada a Paulo Vitor, el Promesas salió dispuesto a dar la vuelta al marcador, un deseo que se transformó en dos de las mejores oportunidades de los pucelanos en todo el partido. Primero Moha que, tras un despeje del portero del Celta B, recogió un balón en la frontal y sin dejarla caer soltó un zapatazo que se hubiera colado en la portería, pero el central vigense metió la cabeza para mandar a córner.
Con la inercia provocada por el deseo de empatar el choque, el Promesas adelantó sus líneas y comenzó el asalto a la portería rival. Fue Sergio Benito quien tuvo la más clara, tras un gran balón filtrado de Fran Álvarez el delantero probó fortuna, pero el balón, que se paseó por delante de toda la portería gallega, se marchó por línea de fondo tras rozar el palo.
El Celta B, ante las continuas amenazas del Promesas, despertó de su letargo. Y lo hizo con un primer aviso de disparo desde más allá de la frontal de Márquez. Un balón tenso, duro y directo que Gaizka, como vino haciendo durante el partido, mandó a córner con una mano providencial. Onésimo, consciente de la necesidad de un cambio en su equipo, movió fichas para meter hombres arriba. Y los resultados no tardaron en llegar.
Diez minutos fueron suficientes para que el Celta B sentenciase el choque. Una franja del tiempo, a priori insuficiente, que destrozó al Promesas. Y es que en esos diez minutos los gallegos endosaron cuatro goles al equipo de Javier Baraja. El primero tras un fallo garrafal de comunicación entre Fran Álvarez y Alonso que terminó en la recuperación de Soni y en el gol de Jordan tras el rechace de la defensa. 115 segundos después llegó el tercero del partido. Otra vez Soni recuperó en tres cuartos del campo, condujo la pelota ante la impasividad de la defensa local y se plantó en la frontal, donde con un zapatazo imparable batió a Gaizka.
Cuando aún el Promesas se estaba recuperando del golpe recibido llegó el cuarto. Un centro lateral de Pampín, que se encontraba solo en la banda izquierda, que fue directo al corazón del área, donde Soni, que se libró de la marca de Alonso, se elevó para cabecear y mandar el balón al fondo de la red.
El quinto no tardó en llegar. Con un Promesas ya con la cabeza gacha y un Celta B envalentonado, Holsgrove acertó a rematar un balón muerto en el área pequeña que ningún defensa blanquivioleta acertó a despejar. Un quinto que ya terminó por rematar al equipo de Baraja, que optó por dar entrada a jugadores menos habituales.
El resto del partido pasó sin pena ni gloria, con los futbolistas pucelanos deseosos de que el árbitro pitara el final y terminar así con una pesadilla demasiado real. Y con un Celta B eufórico que, incluso, siguió intentándolo en busca de un gol más, aunque sin acierto. Minutos sin trascendencia de un partido cuya historia acabó en diez minutos.
Derrota muy dura y que deja muy tocado al Real Valladolid Promesas de cara al tramo final de esta segunda fase. A falta del resto de partidos, el Promesas termina esta jornada con 36 puntos y en medio de la batalla por un puesto de ‘play-off’. El próximo encuentro, en el cual los muchachos de Baraja deben salir a por todas, será en Zamora, equipo que ya cayó en la ida ante el filial por dos goles a uno.
Real Valladolid Promesas: Gaizka; Sergio López, Alonso, Miguel Rubio, Vilarrasa (Apa, min. 79); Fran Álvarez (Mikel, min. 79), Oriol, Moha (Elliot, min. 62), Castri (Paulo Vitor, min. 46); Zalazar, Benito (Víctor Socorro, min. 79).
RC Celta B: Álvaro; Carreira, Lucas, Carlos, Pampin; Solis (Losada, min. 65), Barri (Gabri, min. 65), Markel, Jordan; Soni (Raúl, min. 83), Manu Justo (Lautaro, min. 65).
Goles: 0-1, Solis, min. 16. 0-2, Jordan, min. 68. 0-3, Soni, min. 70. 0-4, Soni, min. 75. 0-5, Jordan, min. 78.
Árbitro: Ruiz Álvarez (C.T. asturiano) amonestó con cartulina amarilla a los locales Vilarrasa, Zalazar, Socorro, Alonso, Apa; y a los visitantes Barri, Carlos, Markel y Lautaro.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 4 en la segunda fase del grupo I en Segunda División B disputado a puerta cerrada en los Anexos al Estadio José Zorrilla.