El murciano es ese jugador capaz de encarar a base de regate, con mucha calidad, de los que ya casi no quedan. El mediapunta no consigue entrar en dinámica titular en el Real Valladolid a pesar de realizar buenas actuaciones
El caso de Toni Villa me recuerda mucho a lo que les ha pasado a jugadores como Isco o James Rodríguez en el Real Madrid, más al segundo que al primero. Se trata de un futbolista que no encaja en el sistema, pese a ser tan bueno. El jugador del Real Valladolid demuestra calidad por todos los costados, cuando sale lo hace bien, pero por unas circunstancias u otras no juega de titular ni en la posición donde mejor rinde, la de mediapunta.
El 4-4-2 que utiliza Sergio González hace que si el canterano del Pucela quiere jugar lo tenga que hacer desde la izquierda, donde a pesar de no ser su posición, rinde. Empezó como titular en los primeros encuentros debido al cambio de sistema hacia el 4-2-3-1 y su nivel fue muy bueno. Brilló, marcó ante el Eibar y fue de los mejores en esos primeros encuentros. Y desde entonces, desapareció como la espuma de una cerveza a medida que la bebes. Sus apariciones desde la jornada siete son en forma de minutos de la basura en los que poco podía hacer.
Y es que todo lo que ha pasado ha sido negativo para él. Cuando el ’19’ brillaba, el equipo no sacaba los partidos adelante y ese sistema no funcionaba. El cambio hacia el 4-4-2 habitual y la mala racha, hicieron que saliera del once para no volver. Plano y Orellana entraban a la titularidad para quedarse. Las grandes actuaciones del ’10’ en la izquierda han propiciado que esa puerta que quedaba abierta a Toni Villa se cierre, aunque no de manera definitiva, ya que Óscar Plano puede volver a la derecha, debido al bajo nivel de Orellana.
Un jugador como el murciano tiene que ser aprovechado por el Real Valladolid, de una manera o de otra. Contra el Cantolagua volvió a salirse y en la segunda parte ante el Barcelona, con el partido perdido, lo revolucionó por completo como más le gusta, de fuera hacia dentro, desde la izquierda y la mediapunta tirando diagonales y participando mucho en el juego. Los “jugones” cada vez tienen menos sitio en un fútbol en constante crecimiento hacia lo físico, y es una pena, porque la calidad también puede dar partidos.