El delantero talaverano, que militó en el Real Valladolid División de Honor en la temporada 2013/14, habló del inmejorable inicio de temporada de su equipo, con un pleno de siete victorias

Con la humildad por bandera, Fran Adeva recaló el pasado verano en la Gimnastica Segoviana, procedente de la Arandina, y en apenas siete jornadas ha marcado seis goles, demostrando su rápido encaje en el equipo, que lidera el Grupo VIII-B de la Tercera División. «Es muy complicado venir a un club nuevo en el que prácticamente no conoces a nadie, pero desde el primer día el equipo me ha acogido muy bien. La confianza hace que mi adaptación sea más rápida. Tenía la sensación de que llevaba aquí jugando cuatro o cinco años, pero no es así», apuntó el delantero en los micrófonos de #HacemosCantera en Radio Marca.
El buen arranque no ha sido solo personal, sino también colectivo, ya que el conjunto segoviano lleva un pleno de victorias en siete jornadas, que le sitúa en la primera posición de su subgrupo de Tercera División. «Sabemos que la temporada es complicada, pero, desde el principio, teníamos claro que era muy importante sumar todos los puntos posibles», reconoce el talaverano, quien se define como un delantero «de equipo, trabajador, que intenta ayudar al equipo» y al que le gusta situarse «cerca del área para buscar situaciones de finalización para poder hacer gol».
Sobre cómo se forjó su fichaje con la Gimnastica, Adeva señalo que, desde principios de verano, su entrenador, Manuel González, se puso en contacto con él: «Me comentó qué idea tenía, cómo iba a ser la planificación del equipo, cómo lo iba a llevar a cabo y cuál iba a ser mi función dentro del club». Ante ello, el delantero no se lo pensó dos veces. «Me pareció muy buena oportunidad para mí y decidí dar el paso». Además, reconoció que nada más llegar al equipo se encontró con «futbolistas que eran un grupo de amigos» que le acogió muy bien, pero en el que había «mucha exigencia».
Fran Adeva conoce bien lo que es esa exigencia, cuanto menos desde la temporada 2013/14, en la que militó en el Real Valladolid de División de Honor. El club blanquivioleta fue el que le dio «la opción de salir por primera vez de casa», convirtiéndose en su «club de adopción», algo pr lo que siempre estará «muy agradecido», relató con cierta melancolía. Tras aquel año, el delantero tuvo que separar su camino del de la entidad vallisoletana, que tomó «otra decisión». «Debuté en el Promesas y mi intención era quedarme allí. Fue muy triste la salida porque en Pucela hicimos muy buen equipo». No obstante, agradece la confianza que le dio La Roda cuando acabó su etapa como blanquivioleta. «Tuve la suerte de que la Roda confió en mi para jugar en Segunda B y eso fue un paso muy importante», resaltó.
Volviendo al presente, el ariete talaverano se refirió al próximo partido de los suyos ante el Numancia B, que se jugará este sábado, cuando buscarán lograr la octava victoria consecutiva. «El vestuario es muy exigente. El lunes pensamos que con siete victorias no nos valía y que mínimo tienen que ser ocho. Vamos a ir a por ellos», aseguró, al tiempo que reconoció que, a pesar de que los sorianos no llevan buenos resultados, no se fían, ya que «tienen muy buenos jugadores». No obstante, a su juicio, «los parones por positivos por coronavirus en los equipos, hace que se corte el ritmo de juego y no encadenes buenos resultados», concluyó.
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