El técnico del Real Valladolid no cree que el equipo esté pasando por un momento «delicado», aunque sí mostró su preocupación por el «déficit» de los siete partidos sin ganar
Foto: Real Valladolid
Tras el batacazo en Copa del Rey ante el Tenerife, el balón vuelve a rodar para el Real Valladolid. Lo hará en liga, ante el Real Madrid, en un choque que Sergio González afronta con los errores recientes muy presentes.
«La cagamos, no estuvimos a la altura, pero toca asumirlo, gestionarlo y aprender de lo negativo. Era una oportunidad para seguir creciendo y la decepción nos tiene que servir para detectar y diagnosticar lo que tenemos que hacer para ser fuertes. Si nos despistamos un poco, cualquiera nos puede hacer daño», subrayó.
El técnico, que señaló que el equipo estaba «preparado para pasar» de ronda, explicó el cambio al doble pivote, preludio del tanto del empate. «Pensamos que íbamos a estar más equilibrados y nos permitiría ayudar a El Hacen y Javi Sánchez, que estaban asfixiados. No nos dio tiempo a determinar si el cambio fue bueno o no, porque al minuto encajamos el gol e hicimos otro cambio para ir a por el partido», expuso.
Ahora, toca cambiar el chip para recibir a los de Zinedine Zidane, un rival ante el que hay «todos los alicientes posibles». «Es una suerte que sea el Madrid después de una decepción así. La gente intenta olvidar lo antes posible, porque el fútbol es evolucionar, crecer y levantarte después de todas las hostias. Ojalá estemos al mismo nivel, compitamos bien y tengamos una sonrisa de satisfacción al final», deseó Sergio.
La visita de los blancos llega en un momento de dudas, toda vez que el Pucela encadena siete partidos sin ganar. Con todo, el catalán no cree que este sea un momento «delicado». «Lo veo como un momento de preocupación porque llevamos una racha sin ganar, pero no hemos tocado el descenso en ningún momento. Estamos con un déficit en los últimos siete partidos y tenemos que volver a ganar, pero hay que valorar lo que está haciendo el grupo. Vamos a intentar solucionar eso, pero no lo veo como un momento delicado. Quizás la sensación es de un sentimiento de delicadeza mayor del que tenemos nosotros», reflexionó.
Así, la clave para revertir la situación pasa por «ganar un partido». «Hemos hecho partidos para ganar y no lo hemos conseguido. Necesitamos la victoria, se produzca como se produzca. No podemos dormirnos, tenemos que estar por la faena y reaccionar ya. Estamos en la posición en la que todos pensábamos que íbamos a estar en el inicio de liga y el que pensara que esto iba a ser fácil estaba equivocado. Vamos a tener que sufrir y que pelear, pero con la confianza plena de que lo vamos a poder hacer», aseguró el técnico.
Asimismo, Sergio González destacó que por la cabeza del vestuario solo pasa «ganar y sumar de tres». «Tenemos que volver a ganar. Tenemos ansias y ganas de volver a hacerlo, así como la frustración de haber hecho algún partido más que correcto para haber ganado. No se ha dado, pero hay que gestionarlo. Sabemos que este domingo es difícil, pero por qué no vamos a ganar», afirmó.
Sobre el rival, el catalán destacó los «muchos recursos y alternativas» con los que cuenta el Real Madrid. «Van a tener el balón mucho tiempo y generarán dos o tres situaciones importantes en las que ojalá no tengan ese acierto. Debemos competir con ellos, que no se encuentren cómodos y que corran hacia atrás», analizó.
El técnico del Pucela cree que los blancos formarán con su «equipo de gala» y valora la posibilidad de jugar con cinco atrás como «una alternativa» a tener en cuenta. «Montaremos la estructura con la que creamos que los futbolistas se encontrarán más cómodos y podamos sacar su mayor rendimiento. Creemos en el 4-4-2 pero si vemos una alternativa que nos dé más empaque y nos haga mejor equipo la usaremos. No podemos estar encorsetados en un sistema«, explicó.
Con «los deberes hechos» en la recta final del mercado
Durante su comparecencia, Sergio González también se pronunció sobre el mercado invernal, que entra en su recta final. Aseguró que el club ha «hecho todos los deberes» y que hay que tener en cuenta «la situación, los recursos y el potencial». «Somos realistas. Si se puede, se va a hacer y, si no, habrá que apretar a los que están aquí, exprimirlos y confiar plenamente. Tenemos la capacidad suficiente para salvar la categoría con trabajo y sufrimiento. Si puede haber un refuerzo, seguro que lo habrá», aseguró.
El catalán volvió a reafirmarse en la idea de una plantilla corta, en la que «todos se encuentren próximos a poder competir» y en el que el Promesas pueda aportar. Precisamente, el guardameta del filial, Samu Pérez, entrenó con el primer equipo este viernes y tiene todas las posibilidades de entrar en la convocatoria para suplir la baja del lesionado Caro.
«Tenemos un filial muy potente del que no hemos podido tirar, porque teníamos un número elevado de jugadores. Queremos que los del primer equipo sientan esa presión, esa responsabilidad y esa competencia tan sana, y que los del filial nos aporten esa frescura y esos minutos que creamos necesarios darles», finalizó.