La delantera rescata en el añadido un punto para un CD Parquesol superior al Alavés durante muchos tramos del encuentro

Foto: Jesús Domínguez
La pelea que mantiene el CD Parquesol con el gol lleva visos de convertirse en una canción de Pimpinela. El cuadro naranja vivió un nuevo desencuentro con él frente al Alavés, resuelto con un «ven aquí, tonto» de Sara Buitrago a última hora. Después de muchos minutos buscándolo y de un puñado de ocasiones perdidas, tuvo que ser la cumpleañera la que firmó una paz momentánea y rescatara un punto en el tiempo añadido.
El autoregalo no completa la felicidad de la manchega, puesto que mejor habrían sido los tres. Habrían sido también merecidos, porque el conjunto naranja fue superior durante muchos minutos, sobre todo durante la segunda mitad. Sin embargo, le había tocado remado contracorriente desde el minuto tres, y el fútbol, como el amor, no entiende de merecimientos y de voluntades, sino de confianza y hechos consumados.
La confianza se desquebrajó desde ese tercer minuto en el que Ana Miren alojó el balón en la escuadra de Lucía. Llegó muy pronto el cero a uno, y en una jugada que realmente las locales debieron defender mejor, puesto que la zurda disparó sin verse encimada con su pierna inhábil. Las caras y los brazos en jarra indicaban un desánimo que generó desconcierto de primeras y que permitió al Alavés volver a intentarlo por mediación de Miriam. No obstante, su producción ofensiva prácticamente se terminó ahí.
Sucedió así porque poco a poco el Parquesol Patatas Meléndez empezó a tener el cuero, sino cómodo, al menos sí más que las gloriosas. Comenzó a crecer porque elevó la presión y porque la banda izquierda empezó a funcionar. Por allí Paulita se proyectaba continuamente en ataque y desde allí la omnipresente Sandra se venía hacia adentro a dibujar con un trazo más fino el juego parquesolino.
De sus botas llegó la primera ocasión clara, que provocó la primera intervención de Cris Cornejo. Sara Buitrago profundizó por la izquierda y puso el centro al otro lado, el esférico cayó a los pies de la capitana, que recortó, y disparó fuerte, pero la portera despejó a córner. Antes del descanso hubo otras dos oportunidades más: una de Nata, que no pudo golpear con fuerza el rechazo que le cayó de una acción a balón parado, y otra de Paulita Román, que se vio desestabilizada por una defensa en el mismo momento en el que le iba a pegar.
Aunque en un pequeño tramo el CD Parquesol pareciera un autómata, mejoró con el paso de los minutos. Sin embargo, fue en el segundo periodo cuando fue verdaderamente superior, provocando que la producción ofensiva del Deportivo Alavés se redujera a otro disparo de Ane Miren nada más empezar y unas tímidas y escasas internadas cuando las chicas de Rubén Jiménez jugaban ya a tumba abierta. Por contra, Cris Cornejo salvó a las alavesas con varias intervenciones de mérito.
Isa Álvarez disparó una falta indirecta duro y abajo, que la guardameta despejó junto a la cepa del poste para enviar a córner. En un mano a mano, Sara Buitrago se encontró de nuevo con ella, que evitó nuevamente el gol. Un balón llovido le llegó de forma inesperada a Yarima, que no acertó a rematar bien. Y otra vez la cumpleañera, después de presionar la salida del balón, provocó un error de la portera que ni ella ni Nata fueron capaces de convertir en gol.
Rubén Jiménez movió el banquillo intentando cambiar el signo del partido al tiempo que el Alavés fue renunciando cada vez más al ataque, obligado por la pujanza local. Aquello parecía lo imposible: las dos bandas estaban activas, Yarima y Sara Buitrago se dejaban el último aliento en intentarlo y Ali Rey reactivó la presión, mientras que Charle dio clarividencia. Y al final, en el minuto 92, una última pelota parada.
El balón viajó desde la zona de los banquillos hasta el punto de penalti, donde Carla se elevó sobre las demás cabezas para impactar con la cabeza. El cuero dijo que no, que esta vez no iba a ser, y golpeó en el palo, pero quedó suelto dentro del área, donde Sara Buitrago remachó para provocar un grito de gol menos fingido y más animado que cualquier canción de cumpleaños, porque los goles a última hora son así, pasionales; se gritan con el corazón en la garganta, sin pensar en el giro ese de «te deseeeaaamos todos» de la dichosa cancioncilla.
El pitido final hizo que su felicidad y la justicia se quedaran a medias, porque, a decir verdad, quizás el Parquesol mereció incluso correr mejor suerte frente a uno de los ‘capos’ de la categoría. Al menos acabaron firmando la paz, como cuando acaba la canción y uno recuerda que Joaquín y Lucía (Pimpinela) son hermanos.
Ya solo falta que las peleas se conviertan más veces en abrazos de gol, a poder ser, a partir de la próxima jornada, en la que las vallisoletanas visitarán al Real Oviedo, el domingo a partir de las 12:30 horas. Allí llegarán fuera del descenso, con ocho puntos, uno más que Pozuelo y Sporting, quienes ocupan esas posiciones.
CD Parquesol: Lucía; Carla, Noelia, Isa Álvarez, Paulita Román (Judy, min. 77); Barbi, Nata; Yarima, Alaitz (Charle, min. 61), Sandra Pascual (Ali Rey, min. 82); y Sara Buitrago.
Deportivo Alavés: Cris Cornejo; Gaste, L. Ballestè, Vera, Padilla (Maitane, min. 63); Maia (Alba, min. 63), Valentina; Sanadri (Uxue, min. 82), Miriam, Ane Miren; y Mery (María González, min. 63).
Goles: 0-1, min. 3: Ane Miren. 1-1, min. 92: Sara Buitrago.
Árbitro: Javier Gutiérrez Garrote, asistido en las bandas por Rubén Arribas Calvo y Gonzalo López García. Sin amonestaciones.
Incidencias: Undécima jornada de la liga Reto Iberdrola Norte. Partido disputado ante un centenar de espectadores.