El entrenador del Real Valladolid defiende el trabajo que se viene realizando a balón parado y cree que «como bloque» el suyo es «un equipazo»
Vuelve la liga una semana más y el Real Valladolid vuelve a jugar lejos de Zorrilla una jornada más, una vez que ya pudo estrenarse en Zorrilla, aunque no con el resultado deseado. Pasado ya todo eso, toca centrarse en la visita al Estadio de la Cerámica, donde la pasada campaña se consiguió la primera victoria tras el ascenso. A menos de 48 horas para el comienzo del encuentro, Sergio González dejó clara en rueda de prensa la titularidad de Sandro y dio pie a que a partir del martes, ante el Granada, puedan entrar jugadores con menos minutos.
«Afrontamos este partido con mucha ilusión. Nos tiene que servir para recuperar la alegría que nos ha quitado Osasuna. Cuando planteas un partido lo haces para ganar, pero es verdad que esta semana los primeros días hemos tenido que resetear para quitar esta decepción del primer partido de casa, donde queríamos conseguir una victoria, ser contundentes, ser fiables, ser el equipo que queremos ante nuestra gente… Ya hemos limpiado la cabeza, empezamos de cero y sabemos que es un partido importante ante un rival con muy buenos jugadores. Las sensaciones son muy positivas», aseveró el técnico.
Sergio quiere recuperar las sensaciones de los primeros encuentros de temporada, volver a ser ese bloque competitivo que tan buenos resultados da a este equipo: «Nos viene mejor un partido en el que rival tenga la iniciativa y nosotros estemos cerrados en bloque y nos permita salir rápido, a partidos de ida y vuelta. Nosotros intentamos potenciar el bloque, porque si competimos así tenemos mucho ganado. Como bloque somos un equipazo».
La polémica del balón parado
La realidad de esta temporada y de la anterior dice que el Real Valladolid y el balón parado no se llevan bien, sobre todo si hablamos de saques de esquina y los centros botados desde una falta, porque casi nunca encuentran un rematador. Un equipo como el pucelano, que lucha por no descender, necesita como el comer que este tipo de acciones sean positivas y aunque no acaben en gol, al menos crear sensación de peligro para que el rival no se relaje.
Desde el cuerpo técnico tienen detectado el problema y saben que hay que mejorar, pero prefieren quitarle hierro al asunto y no poner presión sobre el equipo. «Creo que sois demasiado exigentes y tiquismiquis con el tema del balón parado ofensivo. Probamos muchos lanzadores en los entrenamientos y elegimos al que creemos que mejor lo va a ejecutar. Tenemos mejorar, porque es un arma importante, pero es un proceso largo en el que estamos trabajando y a lo mejor nos da resultado en Villarreal», aguarda Sergio.
Villarreal, un equipo que juega y deja jugar
Centrándose más en el partido ante el rival de este fin de semana, el técnico catalán elogió el juego del Villarreal, aunque asegura que para los suyos es más beneficioso que el propuesto por el Osasuna. «Quieren la pelota y la posesión, tiene jugadores de mucha calidad, pero también permite ocasiones de gol. Podemos decir que es un equipo que juega, pero deja jugar», confirmó.
El equipo ha adelantado el entrenamiento de este viernes para viajar a Villarreal y Sergio ‘aprovechará’ el viaje para ir a Valencia y declarar en el juicio por el supuesto de amaño entre el Levante y Real Zaragoza en el 2011 ante lo que se muestra muy seguro. «No tengo ninguna sensación mala porque voy a ir de cara», concluyó.