Puntuaciones del Real Valladolid – Cádiz CF
Becerra: 3. Seguro y atento en las pocas acciones en las que el Cádiz llegó a sus inmediaciones.
Moyano: 4. Siempre en comunicación con el resto del equipo, estuvo muy concentrado e intenso. Con los minutos perdió presencia en campo rival, lo que llevó a Paco Herrera a sustituirlo para dar prioridad a la fase ofensiva, pero su primera mitad fue buenísima.
Igor Lichnovsky: 3. Estuvo regular en la primera parte, regalando un par de balones, pero firme y solvente en la salida de balón.
Álex Pérez: 4. Otra vez fue un baluarte defensivo. Estuvo seguro en el corte y en la anticipación, ganó peso en la salida del cuero y generó peligro en acciones a balón parado.
Balbi: 3. Como Moyano, fue de más a menos, aunque lo intentó incluso con algún disparo. Su lado del campo fue el menos transitado en ataque.
André Leão: 3. También tuvo responsabilidad en la nueva portería a cero del equipo. En la primera parte fue bien al suelo en una internada peligrosa por el costado derecho del extremo izquierdo cadista. Bien con el balón en los pies.
Sergio Marcos: 4. Correcto sustituyendo a Jordán. No se complicó y tocó bastante rápido y en corto. Bien es cierto que no pisó tanto terreno rival como algunos querrían, pero fue forzado por el dibujo que ha venido utilizando recientemente el Pucela. Aun así, se le vio en las inmediaciones del área y tuvo un disparo peligroso.
Espinoza: 3. Siempre hace cosas, aunque no sea con constancia. Ha sido un habitual desde su llegada no solo el ir perdiendo gas, sino también su intermitencia. No obstante, en cada partido se vio que es un jugadorazo. Contra el Cádiz también.
Míchel: 5. Lo intentó todo y solo le faltó el premio del gol. Él y Moyano, dos de los experimentados, fueron el corazón del Real Valladolid durante la primera mitad, en la que no siempre se encontró con sus compañeros, pero en la que lo buscó sin cesar. Presionante, fue el metrónomo incluso cuando el balón era rival: era recuperarlo y buscar a los de arriba sin dudarlo.
José: 4. Fue la velocidad y el vértigo. Mereció el gol, por él y por ese retoño al que seguro que se lo habría dedicado. Ha acabado en un estado de forma excelso y, sobre todo, demostrando personalidad, ya que siempre ha buscado tirar del equipo cuando a este le costaba.
Raúl de Tomás: 3. Aunque no dio un balón por perdido, no siempre se le vio conectado con el juego (y no porque pasara del tema). Provocó el penalti, pero lo marró. Luego desapareció.
Villar: 3. Envió un disparo al palo y marcó el gol. Dejando a un lado los pitos del público y sus ‘flautas’, puso el broche a sus dos años de blanquivioleta con una actuación a la que cabe poco que reprochar. El fútbol no quiso que el Real Valladolid se metiera en play-off gracias a él, tan querido en su primer año y tan odiado en este.
Markel: 2. Entró para dar más mordiente en el costado derecho y al menos tuvo presencia, que, teniendo en cuenta el momento de la temporada y su poca actividad, bastante es.
Drazic: -. Su entrada apenas tuvo repercusión, como casi siempre.