Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Las posibilidades se agotan, el tiempo se termina. No importa que el Real Valladolid siga teniendo el play-off relativamente cerca en cuanto a puntos. Tantos meses después, simplemente, da la sensación de que el equipo no da para más. Que es anímicamente imposible que este vestuario termine de creerse algo grande.
Pero el calendario no perdona, o lo que es lo mismo, no se detiene. Y después de dos encuentros consecutivos en Zorrilla es momento de agarrar de nuevo el autobús para buscarse las habichuelas. ¿El próximo contendiente? Un Almería al alza, que sí parece poseer eso de lo que adolece el Pucela, una fe que mueve montañas. Dicte lo que dicte la clasificación de ambos equipos.
A base de esperanza
Y es que los andaluces se encontraban desahuciados hace no tanto tiempo, cuando el destino les señalaba de manera cruel y sin compasión el camino a Segunda B. En descenso desde la jornada 19, allá por mediados de diciembre, y colistas en más de una ocasión durante este proceso, los de Luis Miguel Ramis han conseguido escapar a base de tesón de la zona roja justo este pasado fin de semana, con una victoria agónica ante un Elche por 2-3 que, por cierto, quedó bastante tocado.
Mucho ha cambiado todo con la llegada del entrenador tarraconense al banquillo, hace ya nueve jornadas. Desde entonces el Almería ha conseguido dar con la tecla, ha puesto el turbo sin contemplaciones, de manera que en estos nueve choques se han cosechado hasta diecisiete puntos de los veintisiete posibles, suficientes para dejar atrás los últimos cuatro puestos. El anterior técnico con quien se empezó la temporada, Fernando Soriano, ya es cosa del pasado.
Está claro, ahora la actitud es otra, el futuro se ve más esperanzador. Y el próximo objetivo no es otro que un Real Valladolid tocado y que cada vez ve más complicado quedar entre los seis primeros. A fin de cuentas, pese a estar fuera de descenso, el Almería se encuentra empatado a puntos, 42, con el Córdoba, con el propio Elche y con el Nástic, primer conjunto que sí está en situación de caída a Segunda B. Un descuido podría ser fatal.
Muchos suspiran recordando aquellos tiempos, ni mucho menos lejanos, donde el Almería militaba en Primera División. Partiendo de la base de que este año se intuía complicada la lucha por el ascenso, sí se confiaba al menos en que la permanencia no se pusiera tan difícil. Ni mucho menos. La primera vuelta fue una auténtica pesadilla para el seguidor del Estadio de los Juegos Mediterráneos… y no será por plantilla.
Sin confianzas

Quizá fuera simplemente cuestión de optimizar a los jugadores, de saber manejar el vestuario. El 4-2-3-1 de Ramis, el ‘nuevo’, parece estar funcionando a la perfección, o al menos ofrece eficacia y contención, algo de lo que carecía el Almería, con dos jugadores fundamentales en el doble pivote como son un viejo ex conocido como Borja Fernández y un clásico almeriense como Azeez.
Bien hay que decir que el Almería tampoco se está mostrando como un equipo excesivamente fiable en casa para sacar puntos. Los rojiblancos se encuentran en todo el centro de la clasificación de aquellos que más rédito obtienen como local, con 30 puntos de 51 posibles en base a ocho victorias, seis empates y tres derrotas.
¿Y respecto a goles? Los 39 goles a favor y 41 en contra en el cómputo global contrastan con los 28 y 15 cuando los de Ramis actúan como local, dejando a las claras que a pesar de todo estos lo hacen mejor en el segundo caso. Un detalle muy a tener en cuenta para un Pucela que en realidad no es un as de rascar cuando ejerce de foráneo.
Muy de cerca, por cierto, tendrán que vigilar los de Paco Herrera a jugadores como Quique, máximo artillero del equipo con catorce dianas (más de uno sigue tirándose de los pelos en Valladolid) o a Kalu Uche, quien vive una segunda o tercera juventud en Almería. Fidel y Antonio Puertas, con siete goles cada uno, también se han convertido ya en dos baluartes ofensivos de este Almería.
Curiosidad del rival de esta jornada: En tierras andaluzas son muy conscientes de lo que se juega el equipo ante el Valladolid este domingo. El club ha lanzado una promoción para tratar de llenar el estadio basándose enel cinematográfico William Wallace, en referencia a la batalla que espera librarse para entonces. La figura del escocés, con los colores del equipo para la ocasión, asegura “ser rojiblanco por encima de todo y orgulloso de serlo”.