Análisis del próximo rival del Real Valladolid

El tiempo se acaba. La cuenta atrás ha comenzado. Diez partidos, diez finales para demostrarle al mundo y a sí mismo que el play-off puede ser realidad. Para el Real Valladolid ya ha comenzado a caer la arena del reloj y, si es por sensaciones ahora mismo el ascenso parece completamente imposible, inviable. Pero qué queda si no es intentarlo hasta el final, sabiendo que todo es posible.
Eso sí, el próximo rival no lo pondrá fácil. Un Córdoba al alza después de reponerse hace unos días ante el Elche también tiene marcado su objetivo particular, que no es otro que la salvación. ¿Qué apremia más? ¿La necesidad del volver a la Liga de las estrellas o la posibilidad de perder la categoría? Pasen y vean, que este domingo Zorrilla será un espectáculo de urgencias.
A sumar
Lejos quedan aquellos tiempos en los que los andaluces conseguían un merecido ascenso para después sufrir una mastodóntica decepción ahí arriba que les hizo caer de nuevo con estrépito. Aún con todo, el Córdoba consiguió colarse el año pasado en esos malditos puestos de play-off… para ser eliminados a manos de un Girona que también acabaría quedándose en la categoría de plata. En fin, no hay consuelo.
Y más cuando para esta ocasión las cosas no están yendo tan rodadas como para merodear en los puestos altos de la tabla. Los de Luis Carrión acaban de escapar de la zona roja merced de un triunfo en casa ante el Elche (1-0) hace tan solo unos días, de manera que ocupa la décimo sexta posición con 37 puntos a tan solo uno de Rayo, Nástic y Alcorcón, quienes marcan la línea que no hay que traspasar.
Eso sí, si algo se ha mantenido en este tiempo es la fe en el propio Carrión después de que este desembarcara la temporada pasada en el banquillo. Pese a los irregulares resultados del conjunto en estas 32 jornadas de Liga, la directiva ha decidido no dar carpetazo a un técnico de la casa en todo este tiempo. Claro, el juego no es precisamente el deseado. Sin ir más lejos, lo visto el otro día contra el Elche fue flojo, un partido sin control de los cordobeses. Pero se ganó. Y a día de hoy eso es lo único que importa.
Era difícil de prever a principio de temporada porque los síntomas no eran tan visibles. Un Córdoba que ha combinado una plantilla corta, con una preparación física justita en verano y unos jugadores de los que se debería esperar más. Al menos, sí parece contar con momentos puntuales de empuje y ciertas individualidades que salvan algún partido. El bagaje, sin duda, no es suficiente, con nueve victorias, diez empates y trece derrotas y por tanto ya se ha tildado de imposible hacer nada parecido a lo de hace tan solo un año.
Nombres y hombres

Lo más llamativo de todo esto es ponerse a mirar los jugadores del vestuario verdiblanco. Un viejo conocido como Rodri Ríos, Alfaro, Pedro Ríos, Bergdich… Nombres de quien no debería esperarse una lucha por evitar el descenso. Y es que este Córdoba se convierte día sí y día también en un ente al que se le exige más de lo que puede aportar sobre el campo.
Es importante, por cierto, decir que el equipo regresó en el último choque a una defensa de cuatro jugadores con la intención de potenciar el ataque por bandas, el principal peligro de este equipo este domingo en Zorrilla. Más allá de la movilidad e insistencia constante de Rodri y de las genialidades de un Javi Lara que ya es el clavo ardiendo al que se agarra la afición.
¿Y de números? Lejos del Arcángel los verdiblancos apenas han rascado catorce puntos cosechados a base de tres victorias, cinco empates y ocho derrotas, lo que le convierte en un equipo de perfil bajo en este sentido. Aunque claro queda que a estas alturas de campeonato no se pueden hacer rehenes ni confiarse.
También es llamativo el número de dianas del Córdoba, quien con 28 goles transformados se queda en el segundo equipo menos realizador tan solo por detrás del Alcorcón, por no hablar de que los 41 encajados no hacen que la cosa esté precisamente para tirar cohetes. Y la lesión de Piovaccari, que deja a Rodri como único punto, no ayuda. ¿Conseguirá el Valladolid amarrar la primera de las tan necesarias victorias para soñar con el play-off? Este domingo, más.
Curiosidad del rival de esta jornada: ¿Por qué el Córdoba lleva una corona en su escudo sin tener el nombre de real en su nombre? Sencillo, aunque llamativo. Resulta que en 1944 el Club Deportivo Córdoba recibió el título de real antes de desaparecer tan solo diez años después, en 1954, dándose la casualidad de que en ese mismo año se fundó el nuevo y actual Córdoba Club de Fútbol, quien aprovechando la ocasión adoptó la misma vestimenta y escudo.