El conjunto de Paco de la Fuente se impuso por la mínima en un encuentro en el que los pepineros merecieron el empate

El primer partido de 2017 para el conjunto juvenil de División de Honor se saldó con una victoria blanquivioleta. Y gracias. No fue el mejor partido de los locales en su feudo pero por lo menos logró conseguir el triunfo.
Ni tan siquiera en la única derrota en Los Anexos, frente al Rayo Majadahonda, el Real Valladolid estuvo tan desaparecido. Una victoria agridulce por tanto, pero que permite que los chicos de Paco de la Fuente se mantengan con esperanzas de Copa del Rey.
Parte de culpa, por lo menos en el partido frente al Leganés, es de Adri y de Nieto. Los mejores en el encuentro ante a los pepineros. El primero porque tenía la difícil papeleta de suplir a un Miguel, que cumplía ciclo, y lo hizo con buena nota; el segundo porque es un motor incombustible que, además, estuvo fino a la hora de repartir asistencias.
Un centro del lateral zurdo fue aprovechado por Adri que, tirándose con los pies por delante, superó a su marca y logró batir a Cortés para hacer así el único tanto del partido.
El propio Adri había gozado minutos antes de la otra ocasión más clara de la primera mitad en la que logró adelantarse al portero Cortés en la salida. Desafortunadamente, Ayuso abortó el tanto en la misma línea de gol.
Otro centro de Nieto sería el detonante para que Juan gozase de una oportunidad más de gol. En esta ocasión, el extremo golpeó con violencia el balón y se fue por poco. Fue el último coletazo de peligro de los blanquivioletas en la primera parte, ya que se derrumbaron por completo en el segundo acto.
Saber sufrir
El Leganés movió ficha en el descanso y a los pocos minutos de la reanudación. Las incorporaciones al campo de Álex y Ramírez se notaron positivamente para los pepineros que avisaron desde el comienzo de la segunda parte de que iban a ir a por el partido. De hecho, encadenaron varias acciones de peligro consecutivas que hicieron temblar a los blanquivioletas.
El Real Valladolid no parecía reaccionar en cuanto a juego pero tenía un aliciente extra con la entrada en el terreno de juego de Sinisterra. El colombiano encorajinó a los suyos con su presencia pero ni él, ni Juan –por el que entró al campo–, fueron los jugadores diferenciales de otras ocasiones.
El que parece destaparse poco a poco e ir a más es Pablito. No obstante, a pesar de sus buenas acciones individuales aún le cuesta ver puerta. Frente al Leganés gozó de una buena ocasión tras zafarse de Samu y disparar al palo largo de Cortés. Su disparo salió ligeramente desviado, pero hubiera sido el gol de la jornada.
Fue el oasis en medio del vendaval pepinero. Los visitantes intentaron por activa y por pasiva el gol del empate sin éxito. Tuvieron hasta cuatro opciones claras de gol en las botas de Manu, Álex, Iván y Christian respectivamente, que aprovechaban las dudas de los blanquivioletas. Sobre todo en el perfil de Gatuso que estuvo correcto pero acabó el partido exhausto y con el hándicap de no tener recambio.
Lo mejor del encuentro, la victoria. El saber superar las bajas de jugadores tan importantes como Apa, Bruno, Rivera, Mito y Miguel. Que se dice pronto. La próxima semana, un partido para disfrutar y por qué no, intentar superar al Real Madrid. En la primera vuelta ya lo consiguieron y, de hecho, son el único equipo que han vencido a los blancos hasta la fecha. El domingo, a las seis de la tarde en Valdebebas, la respuesta.
Real Valladolid: Javi; Gatuso, Tena, Prados, Nieto; Pablo, Abel; Juan (Sinisterra, min. 62), Cisneros (Maxi, min. 88), Pablito; Adri Herrera (Silos, min. 81).
CD Leganés: Cortés; Samu, Ayuso, Abril, Marc; Iván, David (Ramírez, min. 52); Lobato (Álex, min. 46), Molina (Mauro, min. 71), Arroyo (Christian, min. 56); Manu.
Goles: 1-0, min. 17: Adri Herrera.
Árbitro: Hernández Álvarez, auxiliado por Chicote Platero y Mansilla Barrientos (colegio castellanoleonés). Amonestaron a Tena por parte de los locales y a Ayuso e Iván por parte de los visitantes.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada del Grupo V de la División de Honor juvenil, disputado en Los Anexos ante 100 espectadores. Antes del partido, los jugadores blanquivioletas saltaron con camisetas en apoyo a Rivera, que se fracturó la mandíbula en diciembre.