El atacante talaverano ha sido lo más positivo en los últimos doce meses en clave blanquivioleta

El año que ya hemos dejado atrás no ha sido, ni mucho menos, para recordar en un tono blanco y violeta. El equipo salvó la categoría con más pena que gloria, siendo esto algo que a nadie se le pasaba por la cabeza; que nadie, a priori, hubiera establecido como un objetivo, pero que acabó siendo así.
Para cuando la salvación se tornó en un mal menor que cualquiera hubiera firmado con tal de acabar cuanto antes con la temporada 2015/16, ya había asomado en el primer equipo quien, a la postre, sería el personaje del 2016 en el Real Valladolid. Así, y aunque José Manuel Arnáiz (15/04/1995) debutara con el primer equipo en liga frente al Leganés un siete de noviembre de 2015, su presencia se hizo más habitual en el final del curso.
José sumaría 78 minutos más frente a Mirandés, Girona, Elche y Mallorca, que harían un total de 84 si añadimos los que contó frente al Leganés. Ni un partido entero con el primer equipo, pero lo más difícil estaba hecho: asomar la patita.
Sin embargo, la posibilidad de hacer eso último vino tras muchísimo esfuerzo y un gran rendimiento con el Promesas. Si para Rubén de la Barrera en la temporada 2014/15 apenas contó, con Rubén Albés y posteriormente con Borja Jiménez una campaña después tuvo un protagonismo absoluto, con 2.640 minutos y once goles que si no fueron más fue debido a sus ya contadas citas con el primer equipo.
Con todo demostrado en Segunda B, solo faltaba por ver si la dirección deportiva apostaba por los jugadores que habían logrado la permanencia un año más con el Promesas. Entre ellos se encontraba José, quien había sido el más destacado en la temporada 2015/16. Finalmente, y con la visión que otorgan los meses acaecidos, solo nuestro protagonista y Ángel cuentan para Paco Herrera, tras desestimar este a Toni para el primer equipo o apostar por jugadores como Luismi para el centro del campo en detrimento de Anuar o Renzo Zambrano.
Con una cierta ilusión renovada comenzaba el Real Valladolid de la temporada 2016/17. El primer partido de liga frente al Real Oviedo sirvió para ver sobre el verde al propio José, a Renzo, Ángel y Mayoral, en lo que supuso una auténtica revolución de la cantera que, unida a la victoria por un gol a cero (obra, además, de José) hizo levantar en el ánimo blanquivioleta una esperanza de que esta vez sí, y además con gente que viene desde abajo.
Para José, pese a una lesión que le hizo estar fuera de los terrenos de juego cerca de un mes, continuó siendo sí: dos goles frente al Alcorcón y otro frente al Nástic, Mallorca y Mirandés. Pero, para los demás, ya en 2017, no, más allá de las participaciones en Copa del Rey. Y en este tiempo, media temporada ya, esa ilusión y esperanza que pareció instalarse va desvaneciéndose poco a poco.
Esta situación, paradójicamente, no viene por los pasos hacia atrás que da el equipo, sino por los que no da hacia adelante. En cambio, José continúa con paso firme. Es ya la esperanza de una afición a la que le quedan pocas cosas a las que agarrarse tras otro infausto año. José, el personaje del año en el Real Valladolid, es una de ellas, probablemente la más grande, y a día de hoy, el mejor jugador del Pucela.