El conjunto de Paco de la Fuente pudo dedicar a los lesionados Bruno y Rivera su victoria por cinco goles a cero a la RSD Alcalá

El Real Valladolid cerró el año en División de Honor con un contundente triunfo sobre el equipo que le pisaba los talones en la clasificación, la RSD Alcalá. El partido ya comenzaba con un tinte especial cuando el equipo –cuerpo técnico incluido– saltaba al campo con una camiseta con un mensaje de ánimo para el mediocentro Bruno, recientemente operado de su rodilla. Con ese gesto se pudo ver que más allá de la pelotita existe un gran grupo humano en el equipo juvenil.
Algo que no se quedó solo en el detalle de la camiseta. En la primera oportunidad del partido que tuvieron los blanquivioletas para ver puerta, Mito hizo el primer gol. Un tanto con sabor especial. No solo dedicado al ya citado Bruno sino que también a otro mediocampista, Rivera, que se había fracturado la mandíbula en una sesión de entrenamiento con un golpe con su compañero Maxi. Los dos, que estarán apartados de los terrenos de juego más de lo que le gustaría, recibieron el gesto de la dedicatoria de su compañero Mito.
Antes, la RSD Alcalá había avisado por medio de Merino quien aprovechó una indecisión entre Chanza y Tena para obtener una gran ocasión.
También es verdad que el delantero había forzado el encontronazo entre los dos jugadores con un empujón que el colegiado no consideró punible. Fue el único acercamiento del conjunto rojillo y no fue por méritos de los atacantes. Eso resume la seriedad defensiva que tuvo el equipo en la primera mitad sobre todo, y también durante todo el partido.
El encuentro en su primera mitad no tuvo más chicha que un disparo lejano de Miguel que a Fer se le hizo más difícil de lo que era en realidad. Hasta que el propio Miguel, ya en la segunda mitad, no volvió a disparar —esta vez para anotar–. El delantero aprovechó un rechace de Fer a disparo cruzado de Juan para batir al portero y encarrilar el encuentro.
Cuesta abajo y sin frenos, el Pucela pudo aumentar distancias en la siguiente jugada por medio de Abel quien trató de superar al portero alcalaíno con una vaselina. No obstante, sería Miguel, tras asistencia genial de Pablito, quien superara al portero en la salida para poder anotar a portería vacía y sumar su doblete particular. Partido visto para sentencia y minutos para todos los compañeros, incluso para Silos que no está siendo tan protagonista como se esperaba hasta tal punto que Adri Herrera le ha adelantado en la pelea individual.
Sin embargo, el delantero procedente del Atlético de Madrid se reivindicó con dos acciones. La primera que generó, en el primer balón que tocaba, fue un disparo dócil para Fer. Eso sí, en la segunda no perdonó. Una gran combinación con el palentino Herrera provocó que Silos pudiera anotar tras varias paredes con su compañero. Parecía que no quedaba tiempo para más pero Nieto cabalgó por su banda para lanzar un centro tenso que Vacas anotó en su propia portería.
Partido de los más completos del División de Honor durante la temporada en cuanto a seriedad, no encajar ocasiones y generarlas por ambos costados. La lástima es que esta imagen –a excepción del día del Rayo Majadahonda– solo se de en Los Anexos y no se traslade con regularidad fuera de casa. Con ello, el Real Valladolid cierra el 2016 en sexta posición con veintiocho puntos.
Real Valladolid: Chanza; Apa, Prados, Tena, Nieto; Pablo, Abel; Mito (Maxi, min. 75), Cisneros (Pablito, min. 64), Juan (Silos, min. 82); y Miguel (Adrián Herrera, min. 74).
RSD Alcalá: Fernando, Díez (Vacas, min. 68), Alex, Jose (Del Olmo, min. 57), Michael, Merino, Norberto (Puado, min. 77), Manu, Nacho, Raúl (Guijosa, min. 57) e Ismael.
Goles: 1-0, min. 4: Mito.2-0, min. 50: Miguel. 3-0, min. 70: Miguel. 4-0, min. 87: Silos. 5-0, min. 89: Vacas (p. p.).
Árbitro: Óliver de la Fuente Ramos, auxiliado por Rodrigo Santos Gil y Jaime Andrés Olea (Castilla y León). Amonestó a Norberto e Ismael por parte de la RSD Alcalá.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimosexta jornada del Grupo V de la División de Honor juvenil disputado en el césped de Los Anexos ante cien espectadores.