El técnico de la Cultural Leonesa, ex del Real Valladolid B, define al filial como «competitivo, profundo, rápido y amenazante»

El Reino de León será testigo este domingo a partir de las 17:00 horas de uno de los mejores encuentros que se pueden ver a día de hoy en España. Por exagerado que pueda parecer así lo es, puesto que se medirán dos de los equipos más en forma del panoroma nacional, la Cultural y Deportiva Leonesa y el Real Valladolid Promesas.
En la previa de este envite, y como es habitual, compareció el técnico culturalista, Rubén de la Barrera, exentrenador del filial blanquivioleta, y quien tuvo buenas palabras hacia el que fue su equipo. «Es un equipo que pese a que tiene jugadores jóvenes, de filial tiene poco. Es competitivo, profundo, amenazante y agresivo. Espero un bonito y muy buen partido dentro de la categoría, no solo de este grupo», afirmó.
A la hora de profundizar en las características que considera que tiene el Real Valladolid B, reiteró que «el calificativo de competitivo le queda bien», aunque reconoció que si bien tiene «buenos futbolistas», «poca gente que iban a ocupar» la quinta posición actual.
En su opinión, «amenaza permanentemente quiere correr y busca finalizar acciones sin comprometerse a que una pérdida conlleva situaciones menos buenas, tiene chicos jóvenes con energía, rápidos, y un colchón de puntos que le permitirá» ir a León a tratar de competir «de tú a tú» e intentar evitar que su equipo consiga los objetivos planteados de sumar seis de seis en el cierre de este 2016 y ser campeón de invierno.
Aunque hubo quien lo sugirió, De la Barrera descartó la idea de que el modelo de juego del Promesas sea el idóneo para su conjunto, toda vez que a su modo de ver también «ha habido partidos que los ha sacado siendo superior en base a una buena posesión».
En todo caso, destacó que «todo lo que tienen arriba lo condiciona; su naturaleza es profunda, necesitan correr al espacio, alargar la jugada lo menos posible», lo que «les convierte peligrosidad». «Tienen futbolistas con buenos pies, tanto de arriba como gente exterior, que son muy peligrosos en diferentes espacios», agregó.
Asimismo, espera que el filial vaya «a intentar incomodar la salida desde el primer momento», y cree que «en base a lo que sean capaces de hacer» sus jugadores en la salida, «se jugará más tiempo en un mediocampo o en el otro». «Tenemos que tener cuidado en todo momento, porque cuando recuperan van de verdad y cuando la tienen preparan bien las condiciones finales par beneficio de sus atacantes», advirtió.
No cabe duda que la baja de Higinio, así como la del sancionado Iván Martín, condicionarán al Promesas, aunque el técnico gallego descarta que por las ausencias se vaya a encontrar un rival demasiado diferente, ya que conoce «bien a la plantilla» y considera que «los futbolistas que vienen siendo suplente o teniendo menos minutos lo pueden hacer igualmente bien».
«Higinio está teniendo buenos números, pero van a venir con ganar de agradar. Me consta que son un buen grupo, un buen bloque, gente que se lleva francamente bien, y que pelean los unos por los otros», aseveró.
Partido de ¿morbo?

Teniendo en cuenta su pasado blanquivioleta, cualquiera podría pensar que el partido tendrá un morbo especial. Pero nada más lejos, porque Rubén de la Barrera no tiene la sensación de que tenga que demostrar «nada a nadie». Quizá más bien al contrario: «Estoy tremendamente contento de mi etapa allí. Obtuvimos una clasificación brillante, siete jugadores tuvieron participación en el primer equipo y dimos la alternativa a tres del División de Honor. Solo puedo agradecer el trato durante ese año».
Además de él, el guardameta Guillermo Vallejo también es ex del Real Valladolid, como Toni, una de sus piezas clave y a quien Paco Herrera descartó este verano, propiciando así su llegada al Reino de León. Para su entrenador, el Pucela «no ha dejado escapar a nadie», ya que se reserva una opción de recompra, sino que «ha permitido» que ahora juegue en León.
«Depende de él y de su rendimiento que pasen unas cosas u otras», dijo sobre esta opción alguien que ve en el murciano «un buen futbolista» al que ya potenció en Los Anexos, «cuando le llegaban los pantalones por los tobillos». «Hay que darle confianza, la que yo le di, que supuso que se le dejase de dar a otros. Lo aprovechó ese año, en el que su rol parecía que iba a ser de rotación y terminó siendo protagonista y responsable junto a los demás de lo que se hizo», ponderó.
¿Qué ha cambiado en León, donde está siendo uno de los futbolistas más destacados? En lo que es como futbolista, poco. «Aquí tenía que ser el mismo, aunque en un contexto sénior, con tíos compitiendo con un bagaje en las piernas y partidos en la mochila. Conforme ha ido transcurriendo la temporada se ha ido pareciendo a ese jugador que intuía que podía ser», concluyó Rubén de la Barrera.