El técnico del Real Valladolid se va de Mallorca muy satisfecho con la victoria de su equipo, aunque reconoce que tras la primera parte pensó en «dar un vuelco al equipo»

Después de tres semanas en medio del túnel, el Real Valladolid vuelve a ver la luz. Y lo hace con una contundente victoria por tres goles a cero frente a un necesitado Mallorca, que se hunde un poquito más en la tabla tras ceder los tres puntos. Aunque Paco Herrera había intentado quitarle hierro durante la semana, el choque también era crucial para la progresión del Valladolid. «Era un partido vital para los dos porque estábamos en zona de nadie, en una zona peligrosa pero ilusionante para el equipo que ganara«, subrayó.
Esta vez el plan de Paco Herrera salió bien, aunque el equipo tardó en carburar. El Valladolid se topó con un Mallorca que le puso las cosas muy difíciles durante los primeros 45 minutos. «El rival ha sido mejor y no nos ha dejado hacer cosas que son habituales en nosotros, como pases sencillos a la espalda», explicó Paco Herrera tras el encuentro.
Tal y como él mismo reconoció, el técnico afrontó los minutos de asueto muy enfadado con la imagen que sus pupilos estaban dando. «Estaba tan cabreado que en mi cabeza estaba dar un vuelco al equipo en el descanso; pero me ha podido la sensatez y he sabido esperar», admitió. «En el descanso tratamos de corregir errores y que los tres pivotes jugaran más juntos por dentro para evitar que se filtraran pases”, añadió Herrera.
Fruto de esa paciencia, y con las indicaciones pertinentes, el Valladolid encaró la segunda parte con una actitud distinta. Así, el gol de José, cuando apenas transcurrían dos minutos tras la reanudación, servía para abrir la lata ante un Mallorca que paulatinamente iba perdiendo el fuelle. Un detalle que no se le escapó a Paco Herrera. «En la segunda parte he visto un Mallorca distinto, fruto de la desesperación de ir perdiendo en casa en un momento tan delicado», expresó el pacense.
A partir de ahí, los blanquivioletas tiraron de pegada y, esta vez, las cuentas salieron claras. Consciente de que el acierto de cara al gol había decantado la balanza del lado del Valladolid, el técnico se mostró aliviado. «Hemos tenido toda la efectividad que nos ha faltado otros días, como el pasado jueves ante la Real Sociedad. Ya podíamos ganar así todos los días«, afirmó Herrera.
A pesar de la diferencia en el marcador, ambos conjuntos no son tan diferentes a ojos del entrenador del Valladolid. «Creo que somos muy parecidos. Nosotros somos un equipo que hace un montón de cosas bien y se nos han ido partidos de forma inexplicable. Es fruto de la desesperación, nos puede pasar a todos«, sentenció.