El delantero del Real Valladolid B habló en #HacemosCantera sobre su buena racha goleadora y la del equipo

Foto: CD Tudelano
La dinámica del Real Valladolid Promesas en las últimas jornadas sigue siendo muy positiva. Uno de los grandes artífices de ello, en el apartado individual, es Higinio Marín. El delantero murciano pasó este lunes por #HacemosCantera para analizar la situación global.
Aunque los inicios fueron duros para el ariete en este curso. «Me costó empezar», reconoció. También, pero menos, para el filial blanquivioleta, que ha conseguido diecinueve de los veintiocho puntos que tiene en las últimas siete jornadas. «Era un equipo nuevo y faltaba conocernos», afirmó.
La campaña pasada no resultó muy positiva para él, ya que estuvo «marcada por las lesiones». Aterrizó en Los Anexos en el mercado invernal. No pudo sacar a relucir su faceta goleadora, como sí hace ahora. «Me he desquitado un poco», apuntó.
Además, su condición es especial en el filial, ya que, al igual que su compañero Rai, no es sub 23 y eso no le permite tener la facilidad de subir al primer equipo, puesto que si lo hiciera, no podría regresar al Promesas. Pero no le afecta en su juego porque «estaba totalmente concienciado». «Lo llevo bien», apuntó.
Y es que Higinio y el mediocentro Rai Marchán son los dos jugadores más veteranos del equipo, aunque no les gusta tener más galones por ello. «No me gusta hablar de líder. Animamos a los compañeros y ellos también nos apoyan, que eso es bueno», señaló.
Lleva ocho goles y, siempre que ha marcado, el Promesas ha ganado. Se encuentra muy bien, y una de las claves, aseguró está en el físico. «El año pasado llegué un poco arriba de peso. Ahora he bajado unos kilitos y me encuentro muy bien, rápido y potente», admitió el punta de Calasparra.
Sus tantos han sido de mucha ayuda para un Promesas que sigue creciendo y no tiene techo, aunque prefiere tener los pies en el suelo. «No nos podemos subir a la parra, dijo al ser preguntado por objetivos ambiciosos, como quizá aspirar al play-off. Aunque, eso sí, reconoce que «puede ser una ventaja» afrontar los partidos sin la «ansiedad» de los resultados obligados.
Con todo, vino a destacar la fortaleza de esa familia de la que siempre habla Rubén Albés, ya que ve a cualquier compañero preparado para ayudar al primer equipo, si fuera necesario, este mismo jueves en Copa del Rey. «Centrado» en lo personal en hacer una buena temporada, considera que «el cuerpo técnico trabaja una barbaridad» con los jugadores y es tajante a la hora de dar con la clave del momento actual: «Nuestro secreto está en creer lo que nos dice el míster».
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