El último fichaje blanquivioleta buscará en Zorrilla los minutos que se le vedaron en el Nuevo Arcángel
La temporada pasada, el Córdoba CF partía como uno de los favoritos en la lucha por el ascenso tras haber realizado el año anterior el camino contrario, el que lleva de Primera División a Segunda, hoy renombrada Liga 1|2|3.
Como credenciales a este potencial ascenso, el conjunto andaluz presentaba una delantera completa y variada: Xisco, experimentadísimo delantero centro de referencia; Florín Andone, jugador emblema del club tras el descenso y que acabó con veintiún goles en su haber; y Raúl de Tomás, nuevo jugador del Real Valladolid, delantero formado en las categorías inferiores del Real Madrid y que venía con todo por demostrar.
Finalmente, la durísima competencia que tuvo que afrontar Raúl de Tomás (17/10/1994) por un puesto en el once hizo que solo sumara trece titularidades (contando play-off), veintiséis partidos disputados y tan solo 1.056 minutos de juego.
Eso sí, su ratio de goles/minutos es alto, puesto que los seis tantos anotados hacen que viera puerta cada 175 minutos. Para poder comparar: Javi Guerra en sus cuatro años en Valladolid promedió un gol cada 165 minutos, media que, aunque mejor, venía a suponer, como la suya, más o menos un tanto cada dos encuentros.
Sin embargo, el madrileño no vivía en Córdoba su primera experiencia en Segunda División, puesto que ya debutó en la categoría de plata en la temporada 2012/13, con tan solo dieciocho años. Esa temporada, con poco más de mil minutos con el Real Madrid C en Segunda B, logró ver puerta en ocho ocasiones, demostrando su principal virtud: delantero que sabe aprovechar sus oportunidades.
Su juventud y el salto de Manolo Díaz del Real Madrid C al B hicieron que Raúl de Tomás firmara sus primeros goles en Segunda División. Concretamente hizo siete en veintisiete partidos, veintiuno de ellos como titular. Sin embargo, aun aprovechando muy bien de nuevo sus oportunidades, Raúl de Tomás no logró que su equipo no descendiera a la división de bronce del fútbol español.
Al año siguiente, el delantero madrileño se perfiló como uno de los puntales del proyecto de Zinedine Zidane en Segunda B. Un proyecto que, al igual que el desempeño del último fichaje blanquivioleta, no fue del todo satisfactorio. El conjunto blanco no lograría entrar en la disputa por el ascenso y De Tomás no sumaría ni los minutos ni los goles esperados: siete tantos en 1.916 minutos de juego.
Es un hándicap la poca continuidad que ha tenido hasta el momento Raúl de Tomás en su carrera. Sin embargo, estamos hablando de un delantero muy joven que desde bien pronto ha convertido goles allá donde ha estado. También, como ya apuntábamos, en Córdoba, sobre todo si los ponemos en relación con los pocos minutos que allí disputó.
¿Será diferente en Valladolid? Quizá. Aquí no tendrá la competencia feroz por un puesto en la delantera como si tuvo en el Nuevo Arcángel si se tiene en cuenta que, salvo Mata, nadie parece tener su experiencia (y muchos menos las habilidades propias) para ocupar el puesto central de la delantera blanquivioleta. Aunque, claro, tampoco es algo que Paco Herrera demande en exceso…
Sus experiencias como internacional en categorías inferiores con España no son especialmente destacables, pero sí que han existido. Contó para Lopetegui para los preliminares de la Eurocopa sub 19 de 2012 y para Luis de la Fuente al año siguiente. Si bien es verdad que de forma esporádica, sobre todo en 2013.
Un nueve completo, aunque falto «de un puntito»
Javier Jiménez, aficionado cordobesista, conoce a De Tomás de esa experiencia en el conjunto blanquiverde. En su opinión, «tuvo la mala suerte de tener que vivir a la sombra de Florin Andone y de Xisco«, a quienes considera dos de los mejores delanteros de la pasada Liga 1|2|3. «A pesar de que defraudó un poco [llegó «como un delantero de renombre»], marcó seis goles, tres de penalti, y uno dio la clasificación para el play-off», recuerda.
Si bien no aprovechó del todo sus oportunidades, Jiménez no tiene una mala palabra sobre el nuevo punta blanquivioleta. Al contrario habla de él como un jugador profesional. «Pese a no contar con muchos minutos, se comportó muy bien, sin dar un problema en el vestuario, sin una mala palabra en sala de prensa y dándolo todo cuando salía al campo», explica.
Futbolísticamente hablando, lo define como un jugador «rápido, técnico y potente», que se podría catalogar como «completo», aunque «le falta un puntito más de cada cosa para poder ser un delantero de referencia en la categoría». A su modo de ver, este crecimiento y un rendimiento más continuado podrían llegar, valga la redundancia, con más continuidad. Aunque ha de ganársela.
En suma, se le puede catalogar como un delantero moderno, con pegada, y que además es voraz atacando espacios gracias a su potencia y velocidad. Es solvente y tiene capacidad de mostrarse oportunista en el área, aunque es móvil y no necesariamente un ancla (de hecho, le cuesta obrar como nueve de área). Tiene, además, cierta exuberancia física y un lenguaje gestual sobre el campo que le han llevado a ser comparado con Cristiano Ronaldo (con quién si no) cuando estaba en ‘La Fábrica’.
Más que fantasía, aprovecha su hábil conducción y esa capacidad para galopar para deshacerse de su par, pues, más que un regateador nato, tiene un cambio de ritmo solvente. Y además, como el astro luso, también tira faltas y es capaz en el juego aéreo. Dentro del entramado de Paco Herrera, por lo tanto, tiene cabida como ‘nueve’ en caso de que el técnico decida usarlo y como hombre de transición o, en estático, con el fuera-dentro de los atacantes actuales.
Reunidas todas estas condiciones, habrá quien piense que efectivamente se está hablando de Cristiano Ronaldo. Nada más lejos. Que las ostente no quiere decir que sea un diez en todo, tal y como Javier Jiménez comentaba, ya que ha buscar más minutos a base de crecimiento y rendimiento. Ahora bien: sus características y la necesidad de contar con otro delantero invitan a pensar que tiene encaje, perogrullada al margen de que, de lo contrario, no habría firmado.