Markel Etxeberria reconoce en su presentación que se plantea su cesión en el Real Valladolid como «un reto», sabedor de que otros jugadores del Athletic que vistieron de blanquivioleta «salieron muy bien»

Mikel Balenziaga y Kepa Arrizalabaga han sido dos de las últimas cesiones provechosas de las que ha disfrutado el Real Valladolid. Ciertamente, el cancerbero no pudo culminar con resultados positivos su préstamo, si bien su rendimiento fue alto. Tanto que se puede decir que, junto al lateral zurdo que tan trato recuerdo dejó, marcó una senda, la de los leones.
Markel Etxeberria buscará seguir su ejemplo, la línea marcada por esos otros dos jugadores llegados a Pucela procedente del Athletic Club. Tímido, nervioso, fue presentado este martes ante los medios por Braulio Vázquez, habitual maestro de ceremonias. Aunque sabe que «la primera salida siempre es difícil», reconoció que esta cesión es «un reto» que cree que va «a salir bien» y que pidió referencias antes de venir: «Hablé con Kepa y me dijo que es un club muy grande, y que el trato tanto el entorno como del club va a ser muy bueno».
Valoró el hecho de que el interés «desde el principio» haya sido «grande» y la posibilidad de jugar «en un club histórico» a la hora de aceptar la oferta de un Real Valladolid al cual llega sin cláusula de minutos o partidos, como explicó Braulio. «Tiene que jugar, pero jugará lo que él se gane. A nivel contractual no podemos obligar al entrenador a decidir que tiene que hacerlo por decreto. No sería bueno incluso para él», comentó el director deportivo.
Braulio lo definió como «un lateral de largo recorrido con muchísimas ganas de crecer, en lo personal y en lo deportivo». Markel, aunque no quiso entrar en mucho detalle, afirmó ser «un jugador que defiende bien y al que le gusta mucho incorporarse al ataque», y que valora la competencia –de Moyano– como positiva.
Su posición es el flanco derecho de la zaga, aunque en sus orígenes jugó como extremo y considera que también puede jugar en el izquierdo; «donde el míster decida». Viene de un año complicado, en el que descendió, pero que valoró positivamente por el crecimiento y la madurez que le aportó. «Nos ha servido para ser mejores. Tengo ganas de dar la vuelta a los resultados», aseveró, para concluir.