El carrilero zurdo madrileño asciende al primer equipo del Real Valladolid con un contrato hasta el treinta de junio de 2018

El Real Valladolid ha confirmado el ascenso definitivo de Ángel García a la primera plantilla. El carrilero zurdo se convierte así en la primera cara nueva del plantel que dirigirá Paco Herrera, anunciado ayer martes y que se presentará en sociedad mañana jueves.
Lo hace después de prorrogar su vinculación con la entidad hasta junio de 2018, con contrato profesional a todos los efectos, y con todo merecimiento. Si bien esta temporada no pudo rendir al nivel de la anterior, sirvió para que se afianzara en una posición que ya conocía, como es el lateral izquierdo, y en la que terminó jugando el año anterior.
Ese pequeño bajón se debió a los continuos problemas físicos que arrastró durante el curso, por los cuales su número de apariciones con el filial bajó de 37 a 24, a las que añadió cuatro partidos con el primer equipo, tres en liga y uno en Copa del Rey, en los que no desentonó y dio muestras de estar preparado para el reto de competir al nivel al que lo hará la próxima campaña.
Pese a jugar mil minutos menos que el año anterior, fue pieza clave en la salvación del Promesas, gracias a los dos goles que marcó en Pontevedra, que sirvieron para certificar la permanencia de manera matemática, pero sobre todo por lo que sumaba al grupo, calidad y profesionalidad, dado que llegó a jugar lesionado en varias ocasiones, hecho destacado varias veces por Borja Jiménez y compromiso muy valorado por la dirección deportiva.
El salto definitivo al primer equipo, esperado, se produce en un contexto que se prevé de profunda renovación. Es, además, el primer ascenso de un jugador del filial a todos los efectos desde que subió Carlos Lázaro en la temporada 2010/11 (aunque luego una lesión de rodilla echó al traste sus aspiraciones), y a buen seguro una buena nueva para una afición que viene reclamando una mayor participación de la cantera en los últimos años.
Aunque, dicho esto, conviene decir que esta subida no es un brindis al sol, sino que responde a las actitudes y aptitudes de un jugador polivalente, que durante este curso que viene de concluir ha actuado en el lateral izquierdo y en las tres posiciones de la mediapunta. Partiendo del carril zurdo, tiene llegada, gracias a una potencia física que luce más en esa posición, pero que ha mostrado en las otras.
En Segunda B se ha mostrado letal cuando transita en la zona de tres cuartos, gracias a esa virtud. Así, en su primer año en Valladolid marcó siete goles y el segundo lo cerró con cinco, uno de ellos en Segunda División, donde apenas se le ha visto, pero lo suficiente para adivinar que también ahí puede ser un elemento de largo recorrido, adaptable al fútbol alegre que se espera de Paco Herrera, quien además tendrá en el martillo madrileño un lanzador de faltas excelso.
Abierta la veda, se espera que en las próximas fechas haya alguna novedad más relacionada con alguno de sus compañeros en el filial, si no idéntica, al menos sí semejante, puesto que la intención de la dirección deportiva era permitir el salto al primer equipo de varios efectivos destacados del Promesas.