
Querer es poder y, en el fútbol, un mundo dominado por el sector masculino, son muchas las niñas que se abren camino con trabajo, esfuerzo y, sobre todo, con amor al deporte rey. Es el caso de Itziar Rodríguez Nieto, una niña de ocho años que milita en las categorías benjamín y prebenjamín del CD Don Bosco. Capitana y única fémina de ambos equipos, posee un espíritu guerrero y luchador, además de dotes de mando y liderazgo.
La humildad de este club de barrio, caracterizado por la multitud de nacionalidades que acogen sus equipos –un total de catorce– y por promover la igualdad en el fútbol nos llevó a seleccionarlo para la realización de este corto documental.
Adentrarnos en la vida y en el entorno de Itziar nos ha permitido cerciorarnos de si en dicha entidad existe una palpable distinción entre géneros, si impera un carácter paternalista o si, por el contrario, las niñas no son víctimas de segregación alguna.
Los estereotipos inundan la sociedad hoy en día y, en el balompié no iba a ser menos. La cuestionable educación que reciben los más pequeños ha generado, en parte, un claro machismo alrededor de la mujer, a quien no se valora de igual modo por su condición de género. La discriminación hacia la mujer en el ámbito futbolístico es latente, aunque en los últimos años está disminuyendo paulatinamente. La liga de fútbol femenino no representa ni una décima parte de la de sus homólogos masculinos. No obstante, no siempre es así y no siempre este recelo está presente.
Así se evidencia en ‘Balones y Muñecas’, documental elaborado por Lidia Corral, Ana Costales, Belén González, Laura Pintado y Alba Oliveros, la aquí firmante. Refleja que Itziar, pese ser la única jugadora de su equipo, se ha adaptado a la perfección, siendo una más de un vestuario que no entiende de géneros. Pionero del fútbol mixto, el CD Don Bosco entiende los equipos exclusivos de mujeres como una marginalidad, pues la principal pretensión de este club es la diversión y aprendizaje de sus futbolistas de manera conjunta, independientemente de que sean niños o niñas.
Decidida, sin miedo, la pequeña no se achanta ante nada ni nadie y está dispuesta a continuar labrándose su futuro como futbolista. Entrena y juega en las mismas condiciones que los niños, pues ellos no son partícipes de estos estereotipos; son puros, transparentes. Nacemos sin prejuicios, es la sociedad quien nos los impone a medida que crecemos.
[embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=GOKlFcPSl7Y[/embedyt]